En la central del grupo siguen esperando una oferta que se acerque más a US$14.000 millones. De no aparecer, la empresa llevará los bienes de la filial a Bolsa
Lo que se presuponía un alivio se ha convertido en lo peor que le podía pasar a Vivendi Universal. Luego de confirmarse la renuncia de Jean-Marie Messier, las acciones del grupo cayeron un 25,52% al final de la jornada bursátil, luego de rozar un 40%, respecto al valor de este lunes, empujadas por el anuncio de Moody’s que tiraron sus calificaciones hasta un equivalente de bono basura. La cercanía del desastre en la Bolsa fue alentada desde la mañana del martes con un informe de Le Monde en el que se reveló un supuesto intento de fraude contable en el grupo. El diario francés asegura que el grupo intentó contabilizar irregularmente 1.500 millones de euros de beneficio el pasado año. La respuesta de Vivendi no se hizo esperar. “Contrariamente a las alegaciones publicadas por Le Monde, Vivendi Universal ha aplicado estrictamente las reglas contables para el tratamiento de la cesión de BSkyB en sus cuentas de 2001”, se remarcó en un comunicado oficial. En la desmentida, el grupo revela detalles sobre las recomendaciones de la autoridad bursátil de Francia, precisando que ya se había informado al respecto. Los títulos permanecieron suspendidos temporalmente al inicio de la sesión, por la nota de Moody’s que llevó a la venta agresiva de los títulos de Vivendi.