Sean Spencer: negociador experimentado
(Ríchard Izarra, Miami). Finalmente después de 6 meses de intensas y dificultosas negociaciones entre el oficialismo brasilero representado por Ancine, y los canales de TV paga, agrupados en ABPTA —Asociación Brasilera de Programadores de TV para Abonados, una especie de extensión de TAP de EE UU—, se llegó a un histórico pacto que el Congreso brasilero debe firmar a la brevedad.El acuerdo concluye que los canales de TV por suscripción extranjeros sólo pagarán un 3% a Ancine de sus ganancias enviadas al exterior en vez de cumplir con un aparatoso reglamento de registrar cada título, serie, programa, aviso publicitario o cualquier pieza que venga del extranjero. La burocracia implicada en esta tarea de registro, más el costo de las planillas a llenar con sus respectivos sellos, y sobre todo, el tiempo que consumiría legalizar en Brasil todas los videos de los canales 24 horas que se emiten desde EE UU, nunca fue entendido por los miembros de TAP, quienes realmente se espantaron por la poca practicidad de ese papeleo. También se logró saltar la ordenanza de dar a Ancine un extra 11% de las remesas para el fondo de cine brasilero. Otro triunfo importante fue expandir el concepto de cine que tenía el fondo, abriéndose ahora a la producción general, dando así cabida a documentales, cortometrajes u otra pieza audiovisual.El crédito de esta negociación se lo lleva un equipo, entre ellos Sean Spencer, presidente de TAP, quien jugó un papel clave y conciliador entre todas las partes; Abel Puig, representante de Fox en Brasil y presidente de ABPTA, quien fue otro impulsor y tenaz negociante con las entidades involucradas; Gustavo Dahl, presidente de Ancine, quien tuvo igualmente una actitud abierta y positiva en conocer más de la industria de la TV paga y entender sus problemas y riesgos, y por supuesto, la directiva de la organización nacional más importante de TV paga, la Associaçao Brasileira de Telecomunicaçoes por Assinatura (ABTA).En fin, de la propuesta inicial de cargar a los canales un 13% en impuestos de la expatriación de ganancias, pagadero a Ancine, más el 15% obligatorio que recoge la Receita Federal, el ente oficial que recolecta los impuestos, más una inentendible burocracia de registro de piezas, las negociaciones efectuadas en todo ese tiempo, lograron dejar el paquete en solo un 3% como inversión en producción local. El 15% de la Receita Federal queda igual.“La clave del éxito de esta negociación fue haber trabajado muy junto con nuestra organización local ABPTA y haber formado una coalición con ABTA, Neo TV y Globosat, lo que nos hizo sólidos ante Ancine y no distantes como una organización extranjera. Abel realmente merece todo el crédito de lo logrado”, declaró Sean Spencer a produ.com. Aún este acuerdo tiene que ser sancionado por el Congreso, pero se cree que se apruebe sin mayores problemas.La industria de la TV paga brasilera está calculada en unos US$200 millones al año. Los nuevos fondos que se generen por concepto de este impuesto promoverá la producción local.