No sólo la crisis económica nacional afecta a la televisión de Brasil. También hay una confrontación interior que no cesa. Esta semana, las emisoras SBT, Bandeirantes y Record, rompieron en forma definitiva con la Associação Brasileira das Emissoras de Rádio e Televisão (Abert), y decidieron crear una nueva organización. Las tres televisoras aseguran que Abert sólo defiende los intereses de Globo.“Abert no está autorizada a representar los intereses de las empresas de las redes en ningún foro, o bajo cualquier pretexto”, sostuvieron en un comunicado.La asociación que agrupa a 150 emisoras de televisión abierta de Brasil no ha respondido a la acusación.Los tres canales se sienten excluídos de las negociaciones, encabezadas por Abert, sobre dos temas de gran importancia en la actualidad: la apertura del capital extranjero en los medios de radiodifusión nacionales y el debate por la TV digital.La agrupación en formación pretende sumarse a la discusión por la enmienda sobre el ingreso del capital extranjero que ahora irá al Senado para su tratamiento.