La consultora ambiental española Pacto Verde fue fundada en 2020, justo un mes antes de la pandemia. “Nació primeramente como una ayuda a las empresas para gestionar su huella de carbono, tanto para calcularla como para compensarla y ser neutros en carbono” explica Sergio Pérez, auditor medioambiental de Pacto Verde, quien antes de fundar la empresa era productor de cine y televisión.
En su paso como productor y habiendo trabajado para Antena 3 y Aurum Producciones, entre otras productoras, conoció a gente vinculada a la lucha contra el cambio climático a raíz de una de las producciones que realizó sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). De ahí comenzaría su formación para calcular la huella de carbono y acreditarse con Aenor (entidad líder en España en certificación de sistemas de gestión, productos y servicios de sostenibilidad, entre otros).
Con ayuda del conocimiento que posee del área audiovisual y debido, como cuenta, a que España y Europa están poniendo, cada vez más, condiciones a las ayudas y subvenciones para proyectos de cine y televisión para que las producciones sean sostenibles y se calcule su huella de carbono a través de ciertos protocolos, Pacto Verde decidió en 2022 especializarse también en esta área tanto para televisión como para cine.
Para el consultor, llegará un momento en que estas condiciones van a ser obligatorias. “Las convocatorias de ayuda son las que empujan todo esto” y posiblemente se den más puntos en las convocatorias de subvenciones.
Además, no solo se quedarán en que la emisión de carbono sea cero, sino que “deben ir un paso más allá, deben compensarse con un proyecto, que hay de sobras por el mundo” no solo vinculados a la parte ambiental, como son usualmente las reforestaciones, sino que cuentan aparte con varios ODS. Dijo que Secuoya es un ejemplo de esto porque ha incluso sembrando un bosque para compensar su huella de carbono. En el caso de Atresmedia, Amazon le pide que lo cumpla cuando son producciones para ellos. “El ritmo lo marcan Netflix, Amazon, y los canales están produciendo para ellos”. Considera que este 2023 será el momento en que en España más productoras se sumen a medir su huella de carbono.
CONSULTOR
Pérez explica que los costos de consultoría ambiental son muy bajos con respecto a una producción, tomando en cuenta que una producción pequeña en España ronda los 3 millones de euros. “Al inicio de la producción se ponen en marcha una serie de protocolos y de sistemas de medición que tienen un responsable en la producción que los sigue”.
Desde su punto de vista como productor, es preferible establecer un plan inicial y establecer controles cada cierto tiempo, trabajando además con protocolos que se sigan desde el comienzo de la producción, antes de incluir un rol de alguien externo como el ecománager dentro del esquema de producción. “Al final, como tiene que ser un verificador acreditado por el Instituto de Cine en España, por ejemplo, tiene que hacerse una auditoría”.
INDUSTRIA DE ANIMACIÓN
“Los protocolos que se usan para las películas están hechos para imagen real y en una película de animación no tienes rodaje. Cuando hablas de un plan de sostenibilidad tiene que ser sobre un centro de producción no en rodaje. Sin embargo, el protocolo que te pide el ICAA (el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales de España) es sobre un rodaje”.
Actualmente, Pacto Verde está trabajando con el Pixel Cluster de Madrid, de las empresas de animación y VFX de esa ciudad, “creando un protocolo para películas de animación que se adecúe al workflow que tiene una película de animación, que su mayor parte de huella de carbono la tiene en el renderizado” además de la normativa europea de que los equipos sean eficientes.
Asimismo, se encuentran trabajando en la huella de carbono en España de la película de animación 4 días antes de navidad, coproducida por Smartrek, 3Doubles Producciones, Capitán Araña y Groupe PVP.
PROTOCOLOS
Para medir la huella de carbono, Pérez aclara que hay que contabilizar los emisores de CO₂, desde los aires acondicionados, consumo eléctrico, transportes, utilería, alojamiento, que siguen un proceso para medirlos.
“Tienen tres alcances: el consumo directo de combustibles fósiles (gasolina, gases, etc.). En una producción normal está, por ejemplo, el transporte, los coches, en comida… La segunda serían los consumos indirectos como electricidad; y la tercera son los residuos”.
Añade que hay dos claves en el plan de uso: utilización de materiales que sean poco contaminantes, que sean reciclables y que la utilería que se usa se pueda volver a usar. “Es un plan de máximos que se pueda cumplir o no”.
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