El mercado de la televisión paga latinoamericana atraviesa la situación más díficil de su historia, con los mercados importantes golpeados seriamente por problemas económicos. Operadores, fundamentalmente los más grandes, y proveedores sufren dificultades de diversa índole como consecuencia. En la búsqueda de referencias del impacto de la crisis, produ.com ingresa en la segunda semana de un foro-reportaje amplio, cuyo primer capítulo tiene como interlocutores a las programadoras panregionales de canales ¿Qué hacen ante la situación, cuánto las ha afectado, cómo sobrevive cada compañía?A esta semana la inaugura Genaro Rionda, presidente de LAPTV, compañía programadora de las señales panregionales Movie City, Cinecanal y The Filme Zone. Rionda, reciente ganador del premio INTE al presidente/gerente de canal de TV paga del año, tiene una vasta experiencia en diferentes áreas de la televisión latinoamericana.–¿Cuánto ha impactado y cómo afronta un programador panregional esta situación de crisis del mercado?En el caso de Argentina, que es nuestro mercado principal, nos afectó en una parte importante los ingresos en dólares. El impacto grande fueron los ingresos del año anterior, porque los MSO dejaron de pagar en los últimos seis meses del año cuando ya habiamos facturado y registrado contablemente esos ingresos. Ese fue el tema principal de conflicto en la negociación que llevamos a cabo a principios de este año. En el 2001, los MSO’s nos debían en dólares y aunque ellos le habían cobrado ya a sus abonados en dólares, insistían en pesificar la deuda. Finalmente llegamos a un acuerdo pero no evitó que nos impactara en nuestros resultados del año pasado. Sin embargo, LAPTV es una compañía que desde hace tres años rebasó su punto de equilibrio. Nuestros costos principales, que son los de programación de las películas, están directamente relacionados con los ingresos. Por lo tanto al reducirse los ingresos también esos costos se reducen. El efecto final: vamos a ganar menos dinero de lo que teníamos proyectado. Hemos sido capaces de hacer economías de escala sin necesidad de reducir nuestra planta de personal. También hacemos economía en todo lo que se pueda, sin sacrificar la calidad de la producción ni del servicio ni tampoco del contenido, asegurado por un lado con nuestros estudios y por otro por compromisos de largo plazo que hemos asumido con otros proveedores. Diría que es como cualquier otro negocio: todas las empresas, todas las economías, están en este momento sufriendo. Nosotros estamos en una situación comparativamente mejor que mucho de los otros programadores. Creamos una empresa sana, no caímos en inversiones especulativas pensando a futuro, sino con los pies en la tierra y manejando la empresa “a la antigüita” para generar utilidades cada año. Por eso, seguimos siendo un negocio atractivo.–¿Qué porcentaje en la baja de sus ingresos le adjudica a la caída de la economía argentina?Un 25 o 30% en dólares. Los costos en Argentina se han reducido también, como para todo el mundo. Y obviamente no estamos gastando tanto como en otros años en el aspecto de mercadeo. En Argentina lo que invertimos es en pesos argentinos. Ahora es el 25% de lo que gastabamos antes en dólares.–¿Qué es lo que más le preocupa como programador?Yo creo que esto que pasa no es sólo de esta industria. Ya se ve lo que está sucediendo a nivel mundial en todas las actividades: grandes quiebras, multimillonarias en dólares, y los problemas que empresas enormes están teniendo en todo el mundo provenientes de esa euforia de los noventa, que empezó con la cuestión de Internet. Y toda esta actitud especulativa desde el punto de vista financiero, de gente que se puso a manejar negocios con un afan especulativo, intentando hacerse millonario en lo personal en muy poco tiempo en lugar de contemplar las bases fundamentales del negocio de ir invirtiendo poco a poco, de pensar en sus clientes e irobteniendo utilidades razonables en la empresa. Tenemos casos de especulación cercanos como es el de PSN en donde se hicieron inversiones extraordinarias, fundamentalmente provenientes de fondos de inversión. Eso es un ejemplo. La especulación ha perdido a muchos. Hay otros problemas de mercado, como es el de los potencialmente importantes México y Colombia. México desde hace tiempo está bastante estático en este negocio. No ha tenido un buen crecimiento. Hay muchas razones de diferentes tipos, que no tienen que ver con crisis financieras. Ante todo está la cercanía con el mercado americano, la tremenda penetración que tiene el DIRECTV americano mediante la compra pirata. La gran mayoría de la clase A y B tiene en su casa instalado el DIRECTV americano porque es muy sencillo el adquirirlo. Es muy fácil la instalación y como la huella de los satélites llega no hay manera de evitarlo. La principal competencia que tiene el DTH mexicano es el DIRECTV americano. Y el crecimiento de Sky en México representa lo contrario. Muchos mexicanos que viven en EE UU cruzan la frontera, se compran la caja de México y se las llevan a sus casas de EE UU para poder ver sus telenovelas y su fútbol mexicano. Un 15 o un 20% de los sucriptores de Sky en México están en EE UU. En Colombia seguimos con las expectativas de que es un gran mercado porque tiene potencialmente millones de suscriptores pero no acaba de despegar. Poco a poco se han dado avances, reglamentación para los nuevos operadores legales pero también es difícil recrear un mercado serio en un país en el que los suscriptores han estado acostumbrados a pagar 4 o 5 dólares por el servicio. Además agravado por una situación política y de guerrilla que dificulta todo. Esa es una expectativa que existe desde hace por lo menos 5 años y que sigue sin concretarse.–La publicidad en los canales también se ha visto afectada ¿Cuánto y en qué porcentaje?En nuestro caso no comenzamos a incursionar en el terreno de la venta de publicidad sino hasta mediados del año pasado como una reacción a lo que ya se vislumbraba. En julio del año pasado iniciamos la venta de publicidad en el caso de Cinecanal en el básico para Argentina; más tarde hicimos lo mismo en Chile. Practicamente no tenemos historia en este terreno. Nuestras proyecciones que habiamos hecho para el año pasado, para los 6 meses finales del 2001, las cumplimos. Para este año, en el caso de Argentina, muy pronto tuvimos que revisar las proyecciones, y las nuevas, que hicimos en febrero, se van cumpliendo por ahora, hasta inclusosobrepasándolas. En Argentina y Chile, Cinecanal, siendo el canal internacional no infantil de mayor rating, es la mejor opción para los anunciantes argentinos y chilenos. Hemos empezado a retomar la parte de los minutos de The Filme Zone, que inicialmente cuando lanzamos el canal se los habíamos dado a los operadores. Y en ese proceso estamos poco a poco avanzando, país por país. Por ejemplo, en Chile, en donde el año pasado no estaba todavía The Filme Zone, entramos con un acuerdo muy específico con ambos operadores, tanto con VTR como con Metropolis. Cada uno de ellos vende publicidad en el país y compartimos los ingresos, hasta ahora con mucho éxito.–Proyecciones a corto y mediano plazo.No vislumbro en dos o tres años una recuperación acelerada del mercado. Creo que estamos en un proceso en el que hay que consolidar lo que tenemos, volvernos más eficientes internamente para hacer más cosas con el mismo dinero, aprovechar y mantener un mercado ya existente. Este año debemos mantener lo que tenemos. Estamos siempre arriba del punto de equilibrio; no ha sido necesario que los socios aporten capital adicional. El negocio se mantiene por si mismo. En nuestro caso, ya tenemos una infraestructura instalada que nos permite buscar nuevos proyectos, incluso en otros países, incluyendo el mercado hispano de EE UU, que nos podría permitir incursionar en nuevos negocios con costos marginales. Tenemos capacidad de satélites, tenemos instalaciones, tenemos equipos, tenemos gente. Con esto podemos comenzar a crear otros canales para cualquier parte del mundo. Estamos explorando alternativas de producir canales que no manejemos ni vendamos nosotros. Si hay alguien que tenga una idea de manejarun nuevo canal en cualquier lugar del mundo, nosotros podemos prestarle eficientemente el servicio, de armar, producir y subir el canal al satélite. Tenemos varias conversaciones abiertas al respecto.–¿Cuál debe ser la actitud de los programadores en un escenario de crisis?No creo que se pueda hablar de una actitud en conjunto; en primer lugar porque la mayoría de mis colegas, en este tipo de mesas redondas, sigue mostrando mucho maquillaje, mucho decir “todo está bien, no hay problemas”. Las situaciones son muy diferentes entre los distintos programadores. En el caso de LAPTV: Nosotros somos principalmente una gran distribuidora de los productos de nuestros estudios para América Latina. Mis estudios no cuentan con un mejor medio para distribuir sus películas en América Latina que a través de LAPTV. Cualquier método que utilizaran no les daría el rendimiento en recursos que nosotros les damos. Hay algunos programadores que están en similar situación pero hay otros que no son dueños del contenido, que tienen que comprarlo de distintas fuentes y ahí empiezan los problemas en algunos casos. Muchos que han adquirido compromisos de compra de programación a precios exorbitantes para tener exclusivas, por controlar un producto durante 5 o 10 años. Hay un caso modelo: el de PSN. Y entonces se encuentran con un canal en el que han comprometido mucho dinero en un producto que no es de ellos, y que si el resultado del número de suscriptores y el pago de parte de los operadores no es el suficiente, bueno entonces empiezan los problemas y no pueden sobrevivir. No se puede poner en la misma mesa a todos estos programadores porque la situación individual de cada uno es bastante distinta. Incluso entre los que aparentemente nos parecemos mucho como es el caso del grupo HBO y nosotros. Nuestras situaciones son completamente diferentes. Nos manejamos con criterios completamente diferentes, estilos diferentes, profesionalismo diferente. Somos distintos. Es muy dificil sentar en la misma mesa a empresas tan disímiles. Yo me puedo sentar con algunas compañías pero no con otras. Es por esa razón que LAPTV hasta la fecha ha decidido no incorporarse a TAP.