Las intenciones de cortar las emisiones de Quiero TV el próximo viernes 31 pueden naufragar si el Gobierno español decide rechazar la decisión de los accionistas de devolver la licencia. Los directivos de la plataforma digital terrestre tomaron tal decisión luego de considerar que sus pérdidas hacía inviable el negocio. Si había una aceptación oficial, los directivos Quiero TV quedaban en condiciones de hacer un arreglo con el Gobierno para cerrar la transmisión sin suspender pagos. En el mercado se asegura que los accionistas deberán iniciar ahora un proceso de suspensión de pagos, con todas las consecuencias financieras que eso acarrea. También queda por resolverse el pedido de arbitraje elevado por Mediapark, un accionista disidente con la decisión de cerrar la operación.Los accionistas de Quiero son Auna (49%); Mediapark (18%); Planeta (12%); Carlton Plc. (6%); Invercatalunya Cable (3,4%); Caixa de Vigo e Ourense (3%); Caja de Ahorros del Mediterráneo (3%); Caja de Ahorros de Navarra (1,8%); Euskaltel (1,8%); Kutxa (0,8%) y BBK (0,8%).