La televisión local en español en EE UU se encuentra en una batalla: el rating y las ventas son los territorios a conquistar.Las producciones que antes eran vistas con desprecio por las grandes cadenas nacionales, hoy son observadas con lupa. La rivalidad entre pequeñas compañías por arrebatarse clientes locales subió un escalón y ahora le quitan audiencia y dinero a los consorcios que parecían intocables.Univisión y Telemundo han visto cómo en las principales ciudades, en horarios estelares, el público se divide para sintonizar programas realizados con menos recursos y con artistas reconocidos por sus años anteriores de carrera profesional o simplemente por su atractivo talento hablando el lenguaje de las mayorías que viven en esa zona.El pastel de los presupuestos publicitarios tiene más cortes y eso es igual a quitarles dinero a los grandes que antes tenían la garantía y ponían las reglas del mercado.En la ciudad de Miami, donde por años encontrar trabajo en televisión era una odisea, hoy se compite como nunca antes, se abren opciones y se diversifican los contenidos.Los turistas de Miami Beach están muy lejos de imaginar la energía que se esconde detrás de la tranquilidad de la playa, la arena y el glamour.MegaTV y América TeVe son las puntas de lanza de la batalla por el rating. Alarcón y Romay son sus respectivos dueños. El primero con amplia experiencia en la radio, y el segundo con una tradición familiar conocedora de la televisión en Argentina.Romay es un empresario con cerebro de productor que se ha distinguido por comprender a su mayoritario público de origen cubano y ha puesto en la pantalla de América TeVe a figuras de nombre y arrastre popular como los conductores Alexis Valdés y Carlos Otero, o a periodistas con la precisión del dominicano Oscar Haza.Se ha preocupado por darle valor a quienes están detrás de las cámaras y cuentan con productores con la suspicacia de Eloy Ganuza, o periodistas a los que ha vuelto productores como Rolando Nápoles y Miguel Cossío, incisivos y persistentes en los temas medulares.Alarcón, en cambio, sacó las herramientas de sus cadenas de radio y se trajo a Mega TV el show íntimo de la cantante Albita Rodríguez, cuenta con el divertido Jaime Bayly, se enfrentó al programa de América TeVe A mano limpia con María Elvira live, que conduce la polémica periodista.En un acto temerario de guerra declarada se llevó a Alexis Valdés con todo su equipo creativo y lanzó Esta noche tu night, a lo que América TeVe respondió con Pellízcame que estoy soñando, conducido por el popular Carlos Otero.Luego contrató a Fernando del Rincón, aprovechando el escándalo que lo envolvía por supuestamente golpear a su esposa y que lo llevó a ser expulsado de Univisión y ahora lo tiene como figura principal en noticias, beneficiándose de la carrera que antes construyó en la primera cadena hispana de EE UU.Los resultados están a la vista: el rating se mueve como una balanza sin control beneficiando a uno y otro según el horario y el carry over, y dando a los clientes la oportunidad de elegir con quién iniciar cada campaña y en manos de qué talento televisivo, negociando mejores paquetes publicitarios y moviendo las tarifas frente a las grandes cadenas que parecen torpes gigantes a los que les cuesta -y mucho- mover un minuto de programación y unos centavos del precio.La fórmula de América Teve y de Mega TV es la misma: producciones a bajo costo, con figuras conocidas y talento atractivo, aunque en el tema de los costos Omar Romay (América TeVe) sigue siendo mucho más eficiente y exacto.Pero nada se compara con el crecimiento de Estrella TV, el canal local de Los Ángeles que maneja Liberman, con un éxito rápido y amenazante al punto de haberse extendido por varias ciudades sin que hasta hoy alguien pueda hacerle sombra y con los ojos puestos ahora también en Miami, donde quiere aterrizar para barrer con todos.Sobre Estrella TV comentaré próximamente porque es un ejemplo de austeridad y éxito que hay que seguir de cerca.Leer otros {Blogs del autor;http://www.produ.com/blog/index.html} – {http://portv.blogspot.com/} Por Alexis Núñez OlivaProductor ejecutivo de Televisión