
Roberto García Barros en el MipTV del 2002
Pedro Leda, quien fue amigo cercano de Roberto García Barros durante muchos años, trabajando y emprendiendo negocios juntos, escribió este relato cronológico: “Recibí hoy la triste noticia del fallecimiento de mi amigo Roberto García Barros, quien fuera un muy destacado hombre del mundo de la publicidad, el video hogareño y la distribución de programas para televisión. 1954. Conocí a Roberto cuando éramos dos adolescentes enamorados del rugby. Confieso que yo jugaba en la reserva (no era muy bueno) y Roberto llegó a ser un jugador destacado de la primera división de unos de los grandes equipos argentinos: Belgrano Athletic. Años más tarde fue un muy reconocido coach. 1958. Habíamos dejado de vernos un tiempo. En ese año yo estaba a cargo del departamento de cine, radio y televisión de lo que en aquella época en Argentina era una de las más importantes agencias de publicidad: Ricardo de Luca, Publicidad TAN. Eran tiempos pioneros con una TV en pañales, sin tape ni película. ¡Producíamos once programas de TV por semana! Yo pedía todo el tiempo que me contrataran una persona capaz y dinámica para secundarme. Y así un día Ricardo de Luca me sorprendió con la contratación de Roberto. ¿Capaz y dinámico? ¡Extraordinario!. Yo lo bautizé ‘la locomotora’ por su capacidad arrolladora e incansable. Un par de años más tarde yo me separé de la agencia, conservando de por vida una gran amistad con sus socios, para ingresar una sociedad del negocio de la distribución para televisión. Y Roberto quedó a cargo del departamento de TV en la agencia. 1974. En una de esas vueltas de la vida, yo había vendido mis acciones en aquella sociedad formada en 1960 y empezaba de cero. Roberto había dejado la publicidad tentado por una oferta para dirigir una empresa de turismo en Buenos Aires. Y ahora me tocó a mí, por algunos meses, ser su ayudante hasta que en el mes de julio de ese año fundé Ledafilms S.A. Lo más fascinante del negocio de turismo era viajar prácticamente gratis por el mundo y eso también se lo debo al amigo Roberto. 1983. Empieza a desarrollarse una nueva tecnología: el video hogareño. Las primeras reproductoras de VHS llegan a la Argentina. Las famosas Betamax. Y Roberto me viene a ver con muchas ganas de dedicarse a nuevos proyectos. Ahí decidimos lanzar el sello Ledafilms de video hogareño, una empresa paralela a la distribuidora de TV, que llegó a ser el sello más importante de Argentina especializado en material infantil. Cuando años más tarde decidimos vender esta división de la empresa (estaba tomando auge el cable y comenzaban a establecerse las primeras señales transmitiendo caricaturas las 24 horas del día, 7 días por semana), Roberto dedicó su inagotable energía y capacidad de adaptación a viajar por América Latina vendiendo series y películas por cuenta de Ledafilms. 1993. Telefé me ‘robó’ a Roberto. Le hicieron una oferta impresionante y juntos decidimos que no podía él perder esa oportunidad. Y esa fue la etapa de su trabajo laboral rentado. Una etapa llena de éxitos y estupendos logros. Incluso se puede decir que él fue el ‘padre’ de la venta de formatos, muchos años antes que esta especialidad se impusiera en el mercado. 2002. Roberto se jubila y por fin puede dedicarse de ello a una de sus grandes pasiones: la ganadería y agricultura en su campo de la provincia de Entre Ríos, en Argentina. Nunca olvidaré una de nuestras últimas charlas telefónicas, vía celular. Yo enfrascado en una de tantas negociaciones pidiendo su consejo y él describiéndome la maravilla de una puesta de sol en el campo argentino. Y así lo quiero recordar para siempre. Parado en el maizal, con las plantas que le llegan a la cintura, gozando del milagro de la vida mirando un sol rojo hundirse en el horizonte. Todo un símbolo de una vida fecunda y feliz”.