LatAm encuentra su voz narrativa fue el panel en el que participaron los escritores y showrunners Chascas Valenzuela, Mauricio Leiva-Cock (director y productor ejecutivo de Fidelio), Silvana Aguirre (cofundadora y cabeza de desarrollo de The Inmigrant) y Leonardo Padrón.
Romper el estereotipo de lo latinoamericano y evolucionar el género del melodrama —que al tiempo que es la identidad de la región y requiere ser cuidado, se le pueden incorporar nuevas miradas—, son algunos de los retos.
“Los latinoamericanos nos hicimos famosos por los triángulos, dos personas quieren estar juntas y una tercera se los impedía. Fue la base de nuestra narrativa en décadas. Pero los latinoamericanos hemos evolucionado y reemplazado esa tercera persona que impedía el amor de estas otras dos, por circunstancias, y eso cambió radicalmente la manera en que contamos nuestras historias. Ahora podemos contar historias más profundas y más intensas porque podemos incorporar contexto y circunstancias que reconocemos y vemos todos los días” dijo Chascas Valenzuela.
Mauricio Leiva-Cock comentó que, en el caso de La cabeza de Joaquín Murrieta, que muy pronto estrena en Amazon, le dieron una vuelta al paradigma narrativo del género western: los malos ahora son los norteamericanos.
Silvana Aguirre comentó que una región no debe ser limitada a un género, y así como hay que entender la importancia del melodrama, se requiere innovar y asumir otros géneros, siempre que tengan sentido para la historia.
“Lo que está ocurriendo es que el mundo está descubriendo la voz narrativa de Latinoamérica” hizo ver Padrón. “Los latinoamericanos somos desvergonzados contando nuestros sentimientos, manejamos las emociones con vehemencia e intensidad, por eso el melodrama es inherente a nosotros” dijo.
Chascas y Padrón, ambos escritores exclusivos de Netflix, relataron cómo cambió la relación del escritor con la pantalla, tras la llegada de las plataformas. “Somos hijos del maltrato. Entregar un capítulo era rogar para que lo leyeran bien y que lo que se viera en pantalla fuera parecido a lo que escribimos. Con Netflix entendí que había cambiado el foco: el creador es el que debe contestar las preguntas sobre el producto que creó, lo cual tiene todo el sentido” dijo. Padrón reiteró esta idea para agregar que la visión de Roberto Stopello, en Netflix, aportó mucho, gracias a que él mismo es escritor.
Leiva-Cock comentó que el tema de desarrollo de personajes es una forma de contar latinoamericana. “Es lo relevante para mí, y estamos incorporando cómo las circunstancias que viven afectan a los personajes, además de sus conflictos internos”.
Por su parte Chascas contó que le gusta jugar con zonas grises del melodrama, como los estereotipos. “El melodrama necesita estereotipos para que la decodificación de los personajes sea rápida. Pero cuando puedes explorar, se difuminan. Y el bueno es un poco villano y el villano puede ser bueno, eliminando esa visión maniquea.
Abogaron por diversificar la presencia latinoamericana en la producción de contenido, pues lo hecho en México tiene mucho peso.