Como editora de P&D mi trabajo consiste en informar sobre lo que acontece en el día a día de la industria de la televisión latina de EE UU y del resto de Latinoamérica. Como informadora mi tarea es investigar y recoger datos de fuentes fidedignas y compartirlos con nuestros lectores. Puede ser una labor desagradecida que genera algún que otro enemigo y, gracias a Dios, muchos amigos. Ocurre, a veces, que P&D –empresa con altas ambiciones y resultados– se enfrenta en su labor con grandes compañías a las que en ese momento no les interesa difundir cierta información. P&D en todo momento ha defendido su independencia, indiferente a intereses comerciales. A veces eso nos ha hecho perder algunas pautas de publicidad, pero nos gusta un poco, presumir de guerreros de armadura brillantes en un mundo en el que las dulcineas se escondieron en sus torreones…Ceder no es una cuestión de cobardía o error, es simplemente permitir que ciertas corporaciones continúen su ritmo y que algunos compañeros no pierdan sus puestos. Pedir disculpas sobre una información aparecida con anterioridad pudiera parecer un paso atrás en credibilidad pero es, muy al contrario, una invitación a que sigan siendo nuestros confidentes y si un día se nos escapa algo que no debiera, pedimos perdón y adelante. Ahora, más que nunca con los acontecimientos y la realidad que vivimos, P&D y yo como su editora, votamos por el futuro y por una convivencia feliz en la que todo el mundo reconoce lo que hizo mal o, a lo mejor, deje pasar lo que otro hizo indebidamente. Eso queda a elección de los que diariamente siguen este diario y la revista.A todos gracias porque, espero, saben que siempre pueden contar conmigo. A.N.