En sus 17 años de experiencia en la industria audiovisual, Natalia Echeverri ha adquirido experiencia como productora ejecutiva en compañías como Dynamo y ViX. Hace un par de años se lanzó como independiente y ahora maneja su propia compañía, llamada Teletigre. En #PRODUprimetime con Ríchard Izarra habló sobre sus últimos trabajos y su desarrollo como profesional.
PROYECTOS FEMENINOS
Actualmente con su empresa está trabajando en un documental del que solo puede adelantar que es una gran apuesta. En ese sentido, destacó las perspectivas que ofrece dicho género. “Siento que el documental encontró un lugar en la audiencia. También que hay mucha oferta de ficción y el documental le da como un respiro a eso. Entonces, yo me he ido metiendo en ese mundo y he encontrado cosas fascinantes; es una oportunidad para contar historias reales, pero con un muy alto nivel” recalcó.
Comentó que tiene mucho interés en contar historias de mujeres y que los relatos sobre empoderamiento femenino forman parte del material que está desarrollando:
“Voy a contar historias de Colombia, quiero hacer memoria del país y hacerlo a través de los ojos de las mujeres”.
SECUESTRO DEL VUELO 601, UNA EXPERIENCIA ESPECIAL
Uno de los proyectos en los que Echeverri estuvo involucrada recientemente como productora ejecutiva fue Secuestro del vuelo 601, serie producida por Miracol Media para Netflix. Aseguró que tuvo una conexión especial con este trabajo, ya que llegó a sus manos en una época en que estaba tratando de retomar su vida laboral tras haber sido mamá. Reconoció que se sintió reflejada en él y muy identificada con la protagonista Edilma Pérez (interpretada por Mónica Lopera), quien debe compaginar su rol de azafata con el de madre.
“Ahí entendí por qué yo lo tenía que hacer. Fue entender que se puede encontrar un balance entre la pasión por el trabajo y la pasión por mi hijo. Se habla mucho de la serie, de la espectacularidad del hecho real, pero para mí la historia es la historia de la maternidad de Edilma, enfrentándose a la pasión por volar, pero al mismo tiempo tiene que ser mamá, y debe encontrar ese balance” afirmó.
Añadió que el proyecto estuvo lleno de retos técnicos y logísticos: “Cuando empezamos teníamos que conseguir un avión de los años 70 y encontrar la manera de contar cómo ese avión volaba por cinco países diferentes por todo el continente. Entonces llegar a eso fue complejo”. Asimismo, reconoció que “filmar en los aeropuertos en Colombia es casi imposible” pero que también pudieron sortear ese obstáculo.
“Por cosas de la vida llegamos a Cali, que además es mi ciudad natal. En el aeropuerto de Cali había dos aviones DC3 abandonados y conseguimos uno de esos aviones. Hubo un trabajo muy intenso con el aeropuerto de Cali y ellos se animaron, nos abrieron la puerta y estuvimos filmando en el aeropuerto como si fuera un estudio. Allí reparamos el avión, lo pintamos, lo arreglamos y filmamos en la cabecera de la pista. O sea, filmábamos entre aviones despegando y aterrizando todo el tiempo” recordó.
Echeverri resaltó el papel fundamental que jugó Carolina Leconte (directora sénior de Contenido para México de Netflix) para que este formato pudiera ser una realidad: “Fue espectacular trabajar con ella. Es una ejecutiva superapasionada por contar historias, muy soñadora, siempre nos apoyó y creyó un montón en todo el equipo. Siempre estuvo al mando y al frente del proyecto. Nos sentimos muy acompañados del lado creativo, del lado de producción. Y en general siempre sentimos con Netflix un apoyo muy grande” dijo.
LA LABOR DE PRODUCTORA
Sobre sus fortalezas como productora ejecutiva afirmó que crecer profesionalmente en un set de filmación y haber tenido la oportunidad de ejercer muchos cargos (como asistente de producción, coordinadora de producción y producción en línea) le ha dado una experiencia y una capacidad de vivir los proyectos de principio a fin.
“Cuando ya te enfrentas a la producción ejecutiva, creo que tienes muy claro cómo funciona todo el mundo, cuánto cuestan las cosas, cuál es el proceder, cómo armar un equipo para hacer un proyecto exitoso. Por otro lado, como que siempre he sido muy cinéfila y crecí viendo televisión, y creo que también hay que tener un olfato y saber cómo desarrollar ese lado creativo” recalcó.
Aseguró que se siente querida por la industria y que ha tenido la posibilidad de trabajar con diversos colegas y casas productoras. “Han sido años de mucha colaboración y también de crecer de parte y parte. Creo que la experiencia de haber participado en varios proyectos, puedo ponerla yo acá. Un ejemplo de eso es Secuestro del vuelo 601 que es un producto de Miracol, pero en el que ejercí de productora ejecutiva para acompañar el proceso estando por un lado de la mano de Pablo González y Camilo Prince y, por el otro, de la mano Miracol, haciendo esa sinergia para que al final todo llegue a un buen fin” remarcó.
EL PRESENTE DE LA INDUSTRIA
Por último, dio una opinión positiva sobre la situación de la industria audiovisual colombiana, que de acuerdo con su visión está muy sólida: “Creo que en el momento en el que pudimos empezar a contar nuestras propias historias, todo cambió. Hay una especialización del crew, del equipo; tenemos un país divino. En cuanto a lo técnico y al país en general todo se fue formando y en el momento que nos dieron chance de hablar de lo nuestro, creo que ahí se hizo una combinación explosiva, porque creo que en este país han pasado cosas surreales y ahora las podemos contar nosotros mismos al mundo. Entonces yo creo que Colombia definitivamente es una fábrica de historias”.