Al borde de otro conflicto producido por el Mundial, el propio presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, tuvo que intervenir y liberar por decreto la señal de Globo para que pueda ser recepcionada por antenas parabólicas. La emisora es la única de TV abierta que tiene los derechos para emitir el mundial en todo el territorio brasilero. Aproximadamente 4 millones de hogares captan la señal del canal sólo a través de las parabólicas abiertas de banda C, principalmente en regiones remotas del país. Ante la imposibilidad de otro enlace, el Gobierno federal tomó la decisión en la tarde de este miércoles.La Rede Globo, respondiendo a las limitaciones impuestas por la FIFA, tuvo que cortar su señal en el DTH Sky.Lo que no quedó claro en el decreto presidencial fueron las consecuencias extramuros: la señal también queda abierta para las parabólicas de países vecinos, algo que para la FIFA representa una violación de los acuerdos.