La segunda temporada de Pálpito, de CMO para Netflix, al igual que la primera se ha convertido en un fenómeno mundial y está entre lo más visto de la plataforma. Clara María Ochoa, productora ejecutiva y creativa de la serie, y Camilo Vega, el director, cuentan detalles de las grabaciones, el cast, las locaciones, entre otros aspectos que hacen única esta producción colombiana.
Uno de los desafíos de estos nuevos capítulos fue grabar en Turquía con un equipo de producción de ese país. “Afortunadamente, conseguimos unos productores magníficos en Estambul. Un personal calificadísimo, muy profesional. Quedé muy sorprendida” afirmó Ochoa, mientras que Vega añadió que en el crew de esa nación “tenía dos personas que hablaban inglés y el resto solamente turco, por lo que teníamos un traductor. Me tenía que comunicar mucho con los que hablaban inglés en inglés, y, si no, con el traductor para coordinar todo. Fue una experiencia increíble que la vamos a recordar por siempre”.
De Colombia, a parte de ellos dos, en Turquía estuvieron los actores Ana Lucía Domínguez y Jorge Cárdenas, la productora Ana Piñeres (QEPD), y el director de fotografía Andrés Gutiérrez. “Hicimos un combo tan entrañable, la pasamos tan bien e hicimos tan buen trabajo, que de verdad va a ser uno de esos trabajos que de verdad se recordarán como momentos inolvidables” agregó la también fundadora de CMO.
Otro de los retos de la segunda temporada de Pálpito fue la escogencia de los nuevos actores que llegaron a la serie, entre los que están Laura Londoño, Julián Arango, Juan Carlos Messier y Mariaca Semprún. “Acá en CMO los actores hacen casting y ellos mismos se eligen. La pantalla no miente. Entonces en las mismas pruebas casi que ellos mismos dicen: este es mi personaje” reveló Ochoa. Vega indicó que lo más complejo con los talentos que se sumaron fue “lograrlos encajar de tal forma que no chillaran. Que siempre llevaran esa tonalidad de la serie y creo que lo logramos”.
El director adelantó que tal como está sucediendo, cada capítulo hará que la audiencia quiera ver el siguiente de inmediato. Sobre esto, Ochoa reflexionó que es paradójico lo que implica el éxito de la historia: “Un año trabajando una serie para que la gente se la devore en un día, yo decía, no hay justicia. Uno sufriendo un año entero, sacando adelante un producto y en un día ¡pum! Abre uno y cierra los ojos, y ya, pasó. Pero al menos queda en los archivos de Netflix y en la mente del espectador.