Aunque lejos de ser objetivo, como él mismo dice, Víctor López, director general de Zinkia Entertainment, no considera que crear una animación infantil sea más sencillo que una para adultos.
“Los contenidos infantiles deben nacer con una marcada vertiente internacional; en función del público objetivo al que se dirijan hay que involucrar a perfiles como asesores educativos, los temas se acotan y limitan” porque hay que enfocar muy bien la forma de contarle a los niños.
Además, explica que todo esto debe estar “aliñado con unas inversiones inevitablemente grandes: la animación sigue siendo cara en relación a la imagen real por la cantidad de mano de obra que requiere. Al crear contenidos para adultos eres más libre y para niños más responsable y sutil”.
Para López, el creador, a la hora de presentar una idea debería dar tres enfoques al proyecto. “El primero y principal, el creativo. Somos unos contadores de historias, así que ahí radica lo principal, contar historias amenas, divertidas, que aporten puntos de vista originales”.
Esto siempre debe ir unido, “sobre todo en animación, a un diseño de personajes que marcará la estética del contenido, hay que definir los entornos, los props y hay que encontrar un estilo narrativo visual que funcione y nos dé pie a lo que queremos contar”.
Aclara que el segundo enfoque es el estratégico, “siempre decimos que más vale una mala estrategia que ninguna estrategia, no es lo mismo hablarle a niños de dos a cuatro años que a niños de ocho o nueve años, en lo narrativo, en lo visual, y eso influye de forma determinante a la hora de definir una estrategia de licencias o de contenidos complementarios”. Asegura que hay que tener una estrategia de marca bien enfocada.
Finalmente, el tercer punto clave es el negocio, “a veces los procesos creativos nos llevan por derroteros que hacen que los proyectos sean tan costosos que no son viables. Como creador este es el elemento que más me limita, pero creo que no podemos pasarlo por alto nunca, los proyectos han de ser rentables y eso pasa por que los costes sean razonables y detrás haya un modelo de negocio sólido y realista”.