El negocio de la distribución, en un escenario donde algunos distribuidores tienen que alimentar a sus propias pantallas, se ha vuelto un desafío. “Nosotros habíamos establecido, dos años antes de la pandemia, la estrategia de ser un estudio independiente y eso ha sido grandioso porque estamos desarrollando y produciendo productos que están disponibles para la venta” explicó John Rossiter, VP ejecutivo de Distribución y Network de Sony Pictures Television para Latinoamérica.
Sony además se encuentra en una excelente posición en estos momentos en los que la TV abierta busca nuevos big shows. La compañía tiene un gran negocio de unscripted y acaba de comprar Industrial Media, creadora de éxitos como American idol y que incluye una cartera de empresas que produce más de 100 programas para el mundo.
“Los canales abiertos buscan programas diarios que generan la sensación de que están sucediendo en el momento, casi como un programa en vivo. Recibo muchas solicitudes de ese tipo de cosas” indicó Rossiter.
En ficción los compradores buscan contenidos que revisan el pasado como los dramas históricos y también contenidos ligeros como comedias para reír y entretenerse.
El ejecutivo indicó que, además, en América Latina hay una vuelta a la telenovela clásica: “La región vuelve a enfocarse en los títulos que funcionaron muy bien, en lugar de continuar con las otras cosas que intentaron”.
Rossiter añadió que otra tendencia es que la calidad de las producciones es cada vez más alta, de mayor presupuesto. “Hay más dinero en la pantalla” concluyó.