La Connected TV (CTV) continúa como la principal plataforma de exposición de anuncios entre los consumidores en Latinoamérica, donde tres de cada cuatro usuarios prefieren esta alternativa por encima de la televisión lineal.
CTV es la televisión conectada a internet a través de una smart TV o un dispositivo como Roku, Fire Stick o una consola de videojuego. La publicidad en CTV se refiere a los anuncios de video o gráficos que pueden verse a través de una plataforma de streaming (por ejemplo, Netflix, HBO, Amazon Prime, Disney), mientras se mira una serie o película, o bien, en la pantalla de inicio.
De acuerdo a datos de Kivi, la adtech de video online, actualmente 9 de cada 10 mexicanos consumen contenidos en CTV, lo cual abre oportunidades a los anunciantes y agencias de conectar con la audiencia de forma segmentada con contenidos personalizados en uno de los momentos donde los espectadores ponen mayor atención a la publicidad.
El desafío para los anunciantes cada vez es mayor para crear campañas que capten y mantengan la atención de las audiencias. Estadísticas de Comscore revelaron que el 50% de la publicidad online es ignorada por los usuarios cuando los anuncios no tienen relación con los gustos o intereses de la audiencia en el momento que son impactados, es decir, cuando están mal direccionados.
Es por ello que Kivi comparte los cinco errores más comunes durante una publicidad en CTV que impiden conseguir más leads:
1. Duración de más de 30 segundos: Evitar rebasar esa duración y apegarse a los mensajes clave. Los anuncios de 30 segundos son eficaces para alcanzar el estado de atención y retención de la información, lo que facilita al espectador el recuerdo de la marca.
2. Contenido no direccionado: Cuando hay desinterés por parte de la audiencia, los anuncios pueden ser percibidos como invasivos y generar una impresión negativa hacia la marca. En cambio, al ofrecer información relevante, en función de los intereses y el contenido que se está consumiendo, la efectividad de las campañas puede incrementar hasta 45 por ciento.
3. Desaprovechar los códigos QR: A pesar de ser una de las herramientas más fáciles de implementar, es de las menos utilizadas por los marketers. Colocar códigos QR tiene múltiples ventajas, como atraer y mantener la atención de la audiencia, ofrecer una experiencia más agradable —sobre todo con el uso de deep links— que permiten una mejor capacidad de atribución y medición de datos.
4. Saturación de los anuncios: Transmitir la publicidad con demasiada frecuencia puede traer un impacto negativo en la percepción de la marca. Se recomienda limitar la frecuencia de las campañas a un máximo de tres al día.
5. Omitir los datos de rendimiento: Planificar y diseñar la campaña perfecta puede tomar mucho tiempo y dinero, lo que podría invertirse en realizar pruebas de estas y planificar con base en los resultados. Se recomienda primero poner en marcha la campaña para que los datos de rendimiento comiencen a fluir, así los algoritmos de los SNR (Redes de autorreporte) podrán optimizar las campañas en automático a los objetivos preestablecidos y con el tiempo lograr reducir costos.
La atención del consumidor siempre es variable y muchas veces las marcas invierten grandes cantidades de dinero en anunciarse, sin tener resultados positivos. Por lo tanto, es importante definir los contenidos de interés para la audiencia porque, de acuerdo con un estudio de Marketing Revolution, el 60 por ciento de la inversión en marketing digital se desperdicia.