El joven escritor colombiano Luis Carlos Ávila, a modo de experimento, le preguntó al programa de inteligencia artificial ChatGPT cómo sería una versión actual de la telenovela más exitosa de la historia según los Guinnes Records: Yo soy Betty. La respuesta le mostró que este tipo de herramientas, tiene muchas bondades, pero a nivel creativo aún le queda un largo camino por recorrer.
“Escribió que Betty es una joven programadora muy exitosa, que sabe de código y trabaja en una empresa donde su jefe, que se llama Armando, la maltrata, pero que el talento de ella va a hacer que esa empresa despegue. Me pareció muy curioso porque ChatGPT ve que el código y la programación deparan éxito y es el camino laboral, pero bajo ese contexto se corre el riesgo de que la historia se pueda volver aburrida” relata el libretista que ha hecho parte del equipo de guionistas de producciones como La reina del flow, Paraíso travel, La gloria de Lucho, El barón y Parientes a la fuerza, entre otras.
Es claro que la industria audiovisual se mueve cada vez más hacia el uso de IA. Por ejemplo, los creadores de la serie animada South Park hicieron un capítulo con ChatGPT, pero como afirma Ávila “en ciertas cosas capturan la esencia de la historia, sin embargo, lo que salió al aire no fue tal como ChatGPT lo puso, se nota que hay alguien que filtró, que editó y le dio forma”.
El bogotano señaló que en su medio hay un gran temor con el arribo de este tipo de inteligencias artificiales, pero que eso parte del desconocimiento de las herramientas: “El miedo principalmente es que se cree que la inteligencia artificial puede hacer el trabajo de uno, y es algo normal ante las novedades. Así ha sido toda la vida. Pero la verdad es que una inteligencia artificial tiene limitaciones, por ejemplo, una IA no opina, no guía, no es creativa por sí misma. A nivel de guion la inteligencia artificial aprende cosas, pero no es lo suficientemente creativa como una persona real que va a solucionar en campo y con trabajo arduo y duro”.
Sostiene que es importante que su gremio se acerque a estas herramientas y las aprendan a usar, porque sí pueden mejorar la productividad y ser un aliado en el trabajo. Por ejemplo, Ávila usa un sóftwer llamado Final Draft para hacer los libretos con las plantillas que tiene el programa, pero además, lo utiliza para la resumir y ajustar sinopsis al número de caracteres específicos que le piden las compañías y plataformas para las que trabaja.
“Hay que entender cómo funciona. ChatGPT y otras IA similares en mi caso sobre todo sirven mucho para darme input sobre lo que se está haciendo. Sugerir ideas y como fuente de investigación. Uno agarra cosas y ajusta. Definitivamente, abrevia el trabajo. Algo que me podría tomar cinco horas, se puede hacer en diez minutos. No quiere decir que hace mi trabajo, sino que lo facilita y abrevia. Realmente es más un aliado creativo que un enemigo” reflexiona.
En este sentido, concluye que los guionistas no deben tener miedo por la IA, pero sí entender que el mundo está cambiando y hay que adaptarse: “No nos va a reemplazar, pero va a ser una amenaza constante para quien no se actualice y para quien no entienda que las audiencias consumen contenido diferente. Somos seres humanos que trabajamos con emociones con las que buscamos conectar con otros seres humanos”.