Auna, segundo operador global de telecomunicaciones del mercado español tras Telefónica, obtuvo en 2001 un Ebitda (resultado antes de amortizaciones, intereses e impuestos) positivo de 93 millones de euros (US$83 millones) frente a unas pérdidas de 679 millones de euros (US$604 millones) del ejercicio anterior.Este resultado ha mejorado las previsiones de la compañía, que vive inmersa en una fase de inestabilidad culminada el pasado mes de diciembre con la salida de su accionariado de Telecom Italia, que vendió su participación de 27% a sus socios en el holding.Según ha anunciado el presidente de Auna, Luis Alberto Salazar-Simpson, el grupo facturó el pasado año 2.290 millones de euros (US$2.038 millones), lo que supuso un incremento de 54% con respecto al 2000.El holding engloba actualmente diversas participaciones en el negocio de telecomunicaciones de las eléctricas Endesa y Unión Fenosa y del Banco SCH. Entre ellas aparecen el portal de Internet EresMas, los cableoperadores integrados en torno a Auna Cable, la plataforma de televisión digital terrestre (TDT) Quiero y las compañías de telefonía Amena y Retevisión.La situación de Auna viene lastrada fundamentalmente por la maltrecha situación de la TDT Quiero, que desde su lanzamiento en mayo del 2000 acumula pérdidas superiores a US$125 millones.Por otra parte, Joan David Grimá, hasta ahora consejero de Auna en representación de SCH, asumió esta semana los cargos de vicepresidente y consejero delegado del grupo en sustitución de Miguel Iraburu.