David Lyle: después de American Idol, drama industrial
(Ríchard Izarra, Los Ángeles). Si ¿Quién quiere ser millonario rompió el hielo que los programadores estadounidenses tenían hacia el contenido extranjero, American Idol no sólo ha entreabierto las puertas a los formatos europeos sino que ha sembrado la duda de la imbatibilidad de sus sitcoms, considerados hasta ahora la única receta para el primetime de las cadenas de EE UU.El triunfo que American Idol dio a Fox durante 13 martes consecutivos, especialmente en la bien perseguida audiencia 18-49, llegando a tener hasta unos 22,8 millones de televidentes y sobrepasando a la competencia hasta en un 333%, ha llenado de bríos a la plana mayor de FremantleMedia, que ha decidido un mayor desembarco en Norteamérica, tanto de ejecutivos como de proyectos. También dejó perplejos a los programadores de EE UU que comienzan a cuestionarse sus propias estrategias y los precios que están pagando por sus producciones, comparándolas con la nueva oferta extranjera que trae un atractivo de hasta dos tercios en ahorro.A David Lyle, presidente de la división de Entretenimiento de FremantleMedia North America, quien se ha dado a la tarea de convencer a las cadenas de EE UU que lo que funciona en otros mercados también podría ser exitoso en este territorio (como por ejemplo Pop Idol, como se llamó en el Reino Unido American Idol), se le une ahora Jason Daniel para encabezar la división de Drama, con el objetivo de ofrecer un concepto nuevo al que se ha llamado “Drama Industrial”, dirigido a una audiencia joven y a los precios ya mencionados.“Drama industrial es producto de una técnica adquirida a lo largo de los años, que implica una unidad en la forma de escribir los libretos con la producción, generando series dramáticas exitosas y a un costo de la mitad o hasta un tercio de lo que se paga aquí en EE UU por series similares”, explicó Lyle en una conferencia de prensa convocada para anunciar la expansión de FremantleMedia en este territorio, siguiendo el éxito y la apertura que le ha dado American Idol. Tanto Lyle, como Daniel, y el propio CEO de la empresa, Tony Cohen, fueron claros en expresar su iniciativa de trabajar no sólo con las cadenas de TV abiertas sino con los canales de cable, para los que también tienen diversos proyectos.Lo que hoy se llama FremantleMedia no es nuevo en EE UU. La oficina que tiene en Santa Mónica, California, se fundó en 1976. Lo logrado por esta empresa hasta ahora en EE UU, es un trabajo de varios años. En la actualidad cuentan, además de American Idol en su temporada 2 que ya comenzaron a preparar para Fox, con The price is right para CBS, Family Feud en syndication, Beat the clock para PAX y Oliver’s Twist para Food Network.El nuevo ejecutivo que se incorpora, Jason Daniel, tiene en su haber la creación de las series Secret lives, Between friends e In search of paradise, todas exhibiéndose en diferentes mercados europeos desde tiempo atrás. La idea es que esta nueva generación de programas, dirigida a la audiencia joven, abra otra etapa en la TV estadounidense, que también repercutiría, por supuesto, en los mercados castellanohablantes.