El fracaso de su fusión con la compañía holandesa KPN, confirmada el pasado sábado, y las pérdidas que le acarreó en la Bolsa de Madrid en la jornada de ayer (sus acciones cayeron un 6,67%), complicaron la situación de Telefónica en los mercados internacionales. Dos de sus filiales sintieron también el impacto: Terra y TPI perdieron 4,85% y 4,99%, respectivamente.El veto del gobierno español al acuerdo con KPN y el voto en contra del BBVA y La Caixa han representado un duro golpe para su presidente, Juan Villalonga, y para toda su operación internacional en la que destaca notoriamente la emprendida en territorio latinoamericano.