Andrés Tejero, consultor de Veo TV, considera que con las actuales condiciones es muy difícil competir
La implantación de la televisión digital en España costará 8.894 millones de euros (US$8.182,4 millones), afirmó esta semana en Barcelona Andrés Tejero, consejero delegado de Veo TV, consorcio adjudicatario de la licencia para operar un canal comercial de Televisión Digital Terrestre (TDT) de ámbito nacional. Tejero reclamó la unión de todos los intereses del sector audiovisual español para hacer frente a esta inversión e insistió en que “alguien tiene que financiar este importe”.Tanto los representantes de las cadenas analógicas –TVE, Canal Plus, Antena 3 y Tele 5–, que por ley tienen derecho a varios canales digitales, como los nuevos operadores -Veo TV, Net TV y Quiero– manifestaron que el futuro de la TDT en España “es incierto”.La legislación establece que las primeras emisiones en digital deberán realizarse en abril del 2002 por parte de los canales analógicos y en junio del mismo año por los nuevos operadores.Andrés Tejero señaló que tanto las administraciones públicas como el sector deben presentar una respuesta conjunta, pues los descodificadores, las antenas digitales y las nuevas líneas que se deben instalar “son muy costosos”. “Estamos hablando de una aventura carísima – dijo- en la que hoy día no vemos que la futura fuente de ingresos permita sufragar ese costo. Al menos Veo no puede jugar con esas condiciones impuestas por la administración, no tenemos tanto músculo financiero”. Por su parte, José María Martín Guirado, director general de Net TV, expresó su convencimiento de que existe un hueco en el mercado para nuevas televisiones, pero en la actualidad se enfrentan a grandes condicionantes para que este negocio pueda ser viable: “No hay ancho de banda suficiente, no existen receptores adecuados, no se cuenta con un descodificador estándar… mucho tiene que cambiar el mercado para que podamos iniciar las emisiones en junio del 2002”. Los directivos de las tres concesionarias de televisión digital demandaron que el apagón digital –momento en el que sólo se emitirá en este sistema en España–, inicialmente previsto para el año 2012, se adelante al 2007.