Juan Villalonga
Una tormenta ha desatado en España la exoneración de los cargos en contra de Juan Villalonga por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El consejo de este organismo oficial determinó hace horas, y por segunda vez en los últimos dos años, que “los hechos y circunstancias puestos de manifiesto en el procedimiento de investigación no constituyen indicios suficientes que justifiquen la incoación de un expediente sancionador por uso indebido de información privilegiada”. El hecho de que la decisión es similar a la conclusión a la que llegó la CNMV en 1998, cuando se hizo la primera investigación, levantó olas de críticas y serias acusaciones contra el gobierno del presidente José María Aznar. Jesús Caldera, portavoz del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en envío de Europa Press, considera que la CNMV ha perdido toda su credibilidad y que tanto su presidente, Juan Fernández Armesto, y su vicepresidente, Luis Ramallo, no deben seguir “ni un minuto más al frente de este organismo”. La circunstancia de que el escándalo de la opción sobre las acciones, que tenía como principal y único imputado a Juan Villalonga, fuera el principal argumento utilizado por quienes forzaron su dimisión al frente de Telefónica S.A., demuestra, según Caldera, un evidente pacto para su salida. La misma diatriba ha partido también de otros estamentos políticos de España, que ven en la maniobra de reapertura del expediente una evidente intromisión gubernamental en los intereses de una empresa privada y una excusa para expulsar de su cargo a Villalonga.