Supertitlán (48×42´), la versión mexicana de Superstore, es una producción en la que han trabajado a fondo el humor con el fin de que no sea una comedia estridente o fársica, sino que apunte a diálogos auténticos, que reflejen la realidad y en el contraste, surja la comicidad. Ello lo dejó claro el equipo de producción de Supertitlán en un encuentro con los medios a propósito de su estreno, el pasado lunes 30 de mayo en Azteca Siete.
“Hay diferencia en el tratamiento de los personajes, pues son personajes con los que te identificas y con los que te ríes, muy entrañables, con los que quieres estar. No te ríes de ellos sino con ellos” explicó Fidela Navarro, CEO de Dopamine, casa productora de la serie.
La ejecutiva comentó que el humor mexicano tiene muchísimos registros y que será bien recibido en la región, por lo que considera que la serie tendrá muchas posibilidades de viajar. Navarro comentó, además, que la calidad de producción es otra diferencia, pues las comedias no suelen cuidar tantos parámetros, además de la inversión que han hecho en esta historia. Tiene, asimismo, valores como la diversidad, pues presenta personajes que destacan la inclusión como valor.
“Es una serie sumamente coral y enganchan tanto los personajes que son protagónicos como los no protagónicos, en el sentido de que son personajes generosos con el resto de sus compañeros. Ha sido un reto la adaptación a partir del formato original, porque Superstore es una sitcom de media hora, y nosotros la hemos extendido a 42 minutos, porque nos gusta el ritmo y el tono que hemos encontrado. Además, porque queríamos aportar tramas y nuevos personajes, siempre respetando el formato de Superstore. Nosotros, sin duda, le hemos dado otra vida, hay una parte de Supertitlán que no tiene Superstore, entre otras cosas porque nuestra cultura laboral y de trabajo es muy diferente a la estadounidense” dijo Navarro.
César Rodríguez Blanco es el showrunner, mientras Joserra Zúñiga es escritor a cargo del cuarto de escritores, y ambos son directores de la serie. Rodríguez comentó que han intentado huir de la farsa, incluyendo personajes muy disímiles, “unos más disparatados que otros, con personajes que son muy extremos. Luego tenemos una línea bastante natural y trabajamos mucho el humor verbal. Estoy superorgulloso del acabado realizado por los guiones y es una comedia que va a sorprender mucho por el nivel de los diálogos y los gags” dijo. Por su parte, Zúñiga comentó que quisieron crear espacios de trabajo con personas de edades y experiencias diferentes. “Por ejemplo, hay empleados en el mismo cargo, uno es una persona de 16 años en su primer trabajo, y otro una persona mayor de edad en su último trabajo”.
Zúñiga comentó que es una comedia muy verbal, que ocurre en el espacio de trabajo, de donde no salen, más allá del exterior del supermercado. “Hemos sido muy ambiciosos en buscar todo tipo de humor, hay un poco de todo, con tantos personajes que le permite al espectador seguir o conectar con aquellos que le funcionan”.