Pedro Uriol, productor de Morena Films, estuvo tres años en México mientras producían la serie Diablero para Netflix. Cuenta que siguen desarrollando varios proyectos en ese país, y algunos están en conversación con una plataforma, pero tampoco se encuentran lo suficientemente avanzados como para poder dar más detalles.
Para él, lo que cada vez está más claro es que existe más “trasiego de talento de Latinoamérica a España y viceversa. Yo creo que las series cada vez son más globales, incluso una historia local, pero ahora mismo es un gran mercado que atrae a un público hispanohablante, independientemente de dónde se situó la historia o cuál es el talento, y un ejemplo es Diablero o Bajocero”.
Considera que esto es una buena oportunidad porque “nos estamos beneficiando del mismo idioma, de una cultura parecida y de fuentes de financiación que se combinan muy bien”.
Con Latinoamérica han tenido un gran intercambio; además de México han rodado en Cuba, Argentina y Bolivia. “Mucha relación con Latinoamérica tanto a nivel de talento como de rodaje”.
Son tiempos difíciles por el covid, confiesa, pero al mismo tiempo son estimulantes por todo lo que está sucediendo en el lado de los negocios, y señala que también en el lado creativo. “Creo que ahora mismo hay una creatividad, no solo en España sino en el mundo latino, impresionante. La cantidad de nuevos talentos que están surgiendo, nuevos directores, guionistas, nosotros los productores somos cada vez más creativos. Digamos que se están diluyendo esos roles que tradicionalmente uno decía: este señor es el productor, este es el guionista, y nadie se salía de su terreno”.
Uriol también opina que la incorporación de la mujer “está siendo un soplo de aire fresco para la variedad de temas que se están tocando: de géneros, de sensibilidad, de miradas. Todo eso es fantástico, la inclusión, diversidad, está sucediendo ya: historias LGTBI, racial, discapacidad, de colectivos que están pasando al primer plano y eso está enriqueciendo todo. Estamos viviendo un buen momento”.
Respecto al cine, aseguró que se abren otras ventanas “y aprovechémoslas, porque al final se trata de contar historias y lo importante no es tanto el lugar donde vas a disfrutar de la historia como la variedad de historias” y que como espectador puedas viajar a otros países, a otras historias y a otras culturas.