Las proyecciones para el sector de la televisión por cable y las telecomunicaciones de Argentina siguen preocupando al mercado panregional y a los inversores internacionales. Analistas de estos mercados conjeturan que a fines del 2002, el cable tendrá un millón de clientes menos, lo que significa aproximadamente un total de 4 millones. En 1996, cuando el negocio estaba en su cima, se proyectaba que el país tendría cerca de 7 millones de suscriptores a TV por cable en diciembre del 2002. Cuando sobrevino la decisión de adoptar el llamado ‘corralito’, el mercado acentuó una caída que ya venía desde 1998, cuando la economía nacional era insostenible. La pérdida de abonados y la situación financiera cercana al colapso que afecta a varias de las principales operadoras nacionales afectará aún más a los proveedores del mercado, especialmente a los programadores panregionales que tenían la base de su negocio en los suscriptores de Argentina. La telefonía es otra industria con proyecciones ruines. En lo que va del año, 300 mil líneas fueron dadas de baja, según los datos revelados por la Cámara de Informática y Comunicaciones (Cicomra). Para fin de año el número de clientes que quedará sin servicios ha sido estimado en 600 mil.