BRB Internacional, una de las principales compañías de animación españolas, ha lanzado Screen 21, una división dedicada a la producción de largometrajes animados para su exhibición en salas.Esta iniciativa confirma la creciente tendencia de las empresas de animación europeas a diversificar su actividad hacia la producción de largometrajes para cines e intentar competir, si no al mismo nivel, sí al menos en la misma liga que los poderosos estudios norteamericanos.Screen 21 es filial 100% de BRB, el más veterano estudio español, que está controlado en 75% por el presidente y fundador Claudio Biern Boyd. El Banco Espirito Santo de Portugal posee el restante 25% del accionariado.Screen 21 proyecta producir dos largometrajes de animación cada tres años. El primero es Romeo y Julieta, una producción de US$6,2 millones, basada en el clásico de William Shakespeare y protagonizada por perros y gatos. BRB está pendiente de cerrar acuerdos de coproducción con socios internacionales y españoles y ha contratado al reputado libretista norteamericano Jymn Magon para la elaboración del guión. El otro proyecto, con un presupuesto de US$4,5 millones, se titula Zipi y Zape, y contará las aventuras de los dos gemelos más famosos de la historia del cómic español. Paralelamente, a través de BRB se está desarrollando una serie televisiva sobre los mismos personajes que tiene ya producido el primer capítulo.“Pretendemos no sólo convertirnos en una de las más importantes productoras de cine de animación en España sino también, a medio plazo, distribuir largometrajes de animación de otras compañías en este mercado”, explica Carolina Godayol, directora de Coproducciones y Nuevos Desarrollos de BRB y responsable de liderar la puesta en marcha de Screen 21.El lanzamiento de esta productora pone de manifiesto el considerable cambio experimentado por la animación europea en los últimos tres años. Desde el éxito en 1998 de la producción franco-belga Kirikou y la italiana Historia de una gaviota, “algunas compañías europeas nos hemos dado cuenta de que podemos producir con presupuestos muy inferiores a los de EE UU con una calidad que soporta la comparación y que podemos recuperar la inversión dentro del mercado europeo”, añade Godayol.Este mes de agosto, dos producciones de animación continentales, la española El bosque animado y la danesa Socorro, soy un pez, están ofreciendo un rendimiento interesante en la calmada taquilla española, con US$1,06 millones y US$0,48 millones, respectivamente, diez días después de su estreno. “No se acercan ni de lejos a la norteamericana Shrek, por ejemplo, pero el éxito de estos títulos europeos viene a dar más confianza a proyectos futuros en el terreno del largo animado”, dice Godayol.Ver en video a {Claudio Biern Boyd;www.produ.tv/index.html?noti=220}.