La empresa liderada por John Stankey llegó a un acuerdo para vender 30% de su participación en la unidad de televisión satelital DIRECTV, junto con AT&T TV y U-Verse a la firma TPG. AT&T también lleva meses en negociaciones para salir de sus operaciones en Latinoamérica, habiendo vendido ya en algunos territorios.
En el acuerdo llegado con TPG, esas tres compañías crearán una casa matriz llamada DIRECTV, la cual será dueña y se encargará de las operaciones de los tres servicios de video de paga. Esta nueva empresa está valorada en US$16 mil 250 millones, y AT&T será dueño del 70%, recibiendo US$7 mil 800 millones por parte de TPG por su porcentaje (30%), incluyendo US$200 millones de una deuda previa de la compañía que será asumida.
AT&T se encontraba en una seria presión por parte de grandes inversionistas por la venta de DIRECTV, algunos, como Elliott Management, ya habían abandonado el barco y le habían costado más de US$100 millones por no haber vendido antes.
Cuando AT&T adquirió DIRECTV en 2015 fue por un monto de US$48 mil 500 millones, el cual se extendió hasta los US$67 mil millones al incluirse la deuda que tenía la empresa.
Con esta venta, AT&T sale de deudas y obtiene capital para seguir invirtiendo en la unidad de negocio de WarnerMedia y el servicio de streaming HBO Max, así como en tecnologías de telefonía e Internet 5G.