En octubre de 2020 Netflix subió los precios de su suscripción, y en pleno confinamiento esto no afectó al crecimiento del número de usuarios ni de nuevas suscripciones. En la industria se dice que podría haber un nuevo aumento en el costo de la membresía de la plataforma, lo que ha encendido alarmas en Wall Street.
Con la efectividad de las vacunas y una posible vuelta a la normalidad, sumado a la gran competencia que cada día crece en plataformas y en nuevas suscripciones, como Disney+, que logró 100 millones de usuarios en 10 veces menos tiempo que el mismo Netflix, un nuevo aumento del precio de la suscripción de Netflix generaría pérdida de suscriptores.
La competencia no solo es más económica, sino que también es muy buena y presenta diversos contenidos de gran calidad. La suscripción promedio de Disney+, por ejemplo, cuesta US$6,99, solo un poco más de la mitad que el promedio de Netflix.
El valor de Netflix y de sus acciones va de la mano con el crecimiento de los suscriptores, y si estos llegan a disminuir, se estima que las acciones también caerán y de forma muy pronunciada, hasta de un 50%.
Es por esto que desde Wall Street aconsejan a Netflix (consejo que ya ellos también deben manejar internamente) a no volver a aumentar el precio, porque la salida a la calle de la población y el crecimiento de nuevos servicios de streaming que funcionan como depredadores de Netflix, van a generar caídas multimillonarias.