La
constelación de satélites Starlink, propiedad de Elon Musk, ya está disponible en muchos países de Europa,
incluso abastece de Internet a Ucrania en plena guerra, pero ahora la compañía
busca ofrecer el servicio de Internet en transportes aéreos, marítimos y
terrestres.
SpaceX,
empresa responsable del programa Starlink, ha recibido la autorización de la
Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) para llevar su
internet satelital a vehículos en movimiento, como coches, camiones, trenes o
aviones. Aunque todavía faltan otros trámites para poder usar esa conexión en
vuelos comerciales, SpaceX va dando pasos hacia ese objetivo.
Llevar el Internet satelital a un avión o tren facilitaría el aumento de velocidad de la
conexión en pleno trayecto, mejorando este servicio que suele ser precario en
la mayoría de transportes. Otras empresas similares, como la canadiense Kepler
Communications, avanzan en la misma dirección.
El año
pasado se hacía pública la intención de la compañía espacial de Elon Musk de
llevar su conexión satelital a puntos en movimiento, habían iniciado
conversaciones con algunas aerolíneas. De hecho, en abril de este año pusieron
a prueba esta colaboración en aviones de Delta Airlines, lo que confirmó el
presidente de la aerolínea en una entrevista con The Wall Street Journal.
A SpaceX le
falta el visto bueno de la Administración Federal de Aviación (FAA), esta
organización debe certificar los receptores que se instalarán en los aviones
para poder recibir la conexión desde la inmensa constelación de satélites que
está desplegando Starlink, así como las autorizaciones europeas y de otros
territorios. Paso a paso, tanto la compañía de Musk como Kepler van acercándose
a esa nueva meta que se han propuesto.