Para la
industria satelital el espectro radioeléctrico también es un tema de vital
importancia. Intelsat lo reconoce como “el elemento vital de la industria de
las telecomunicaciones” por su carácter de recurso escaso y limitado, por
operadores móviles y proveedores de comunicaciones satelitales, ambos ya en
fuerte competencia por este recurso y con marcos regulatorios que no ayudan al segmento
satelital.
“Con los
operadores móviles aprovechando frecuencias más altas, los dos sectores de la
industria inevitablemente comenzaron a competir por el espectro. Si bien esta
tensión positiva no eclipsa la relación simbiótica entre los dos sectores, ha
creado un desafío para la industria a medida que los operadores móviles buscan
adquirir espectro” indica Intelsat en su blog.
“Liderada
por Intelsat, la industria se encuentra en medio de un gran esfuerzo de
virtualización y digitalización. Las tecnologías en la nube y las redes
satelitales definidas por sóftwer están reduciendo los costos de ancho de
banda, mejorando la portabilidad de los equipos y mejorando la
interoperabilidad con las redes terrestres”.
Sin embargo,
indica Intelsat, los operadores satelitales también enfrentan el desafío de
actualizar “marcos regulatorios rígidos y anticuados que están fuera de
sintonía con la tecnología y las demandas de los clientes” pues considera que
estos marcos regulatorios restringen la capacidad de los operadores de satélites
para utilizar el espectro de manera eficiente.
“Con
compañías satelitales como Intelsat están expandiendo y evolucionando sus redes para
responder a la demanda explosiva de experiencias de conectividad de alta
velocidad en todos los lugares, la erosión del acceso al espectro y la
presencia de regulaciones obsoletas están sofocando la innovación y limitando
el verdadero potencial de la industria” indicó la empresa y asegura que se requiere un enfoque justo y equilibrado para compartir y asignar
el espectro.
“Spectrum es
un activo finito que debe ser apreciado. Como lo demuestra la compleja
iniciativa de compensación de la banda C de Intelsat que finalmente liberó
grandes cantidades de espectro para los servicios 5G, la compañía ha demostrado
durante mucho tiempo pragmatismo y una profunda experiencia en extraer el
máximo valor del espectro y administrarlo para el bien común. Los reguladores
se encuentran en una posición poco envidiable al tratar de equilibrar las
necesidades de todas las partes interesadas. En el futuro, las decisiones de
asignación de espectro deben tomarse de manera mesurada, centrándose en los
hechos, no en las exageraciones, y en las necesidades más amplias de la
sociedad”.