En
años recientes, el número de personas que utilizan videojuegos en
algún dispositivo ha aumentado significativamente, de forma tal que al
finalizar 2017 suman un total de 68,7 millones de videojugadores en
México, cifra equivalente a 55,4% de la población. Esta
contabilidad de usuarios es 15,1% superior a los 59,1 millones de
jugadores registrados en 2016.
Este
dinamismo se explica principalmente por el crecimiento incesante en
la tenencia de equipos móviles, de tal manera que el número de
smartphones en activo ha superado la barrera de los 100 millones.
A
su vez, este nuevo escenario de juego permite delimitar dos perfiles
de jugadores con características diferenciadas: los casuales y los hardcore o intensivos. Los primeros representan 9 de cada 10 gamers o 62 millones, de los cuales 71% juegan principalmente
en smartphones.
Estos
usuarios consiguen sus juegos de forma gratuita o esperan varios
meses después de su lanzamiento para adquirirlos. La duración
promedio de cada sesión de juego para estas personas es de hora y
media.
Por
otro lado, se encuentran los jugadores intensivos (6,7 millones), que
privilegian las sesiones de juego en consolas fijas y gastan en
promedio $775 pesos en la adquisición de cada juego, desde que se
encuentran en preventa o inmediatamente después de su lanzamiento al
mercado. Los jugadores en este segmento registran una duración
promedio de sesión de juego de dos horas y media, y lo hacen
principalmente a través de consolas o computadora.