Las mujeres
son el 50% de la población, sin embargo, participan en una gama muy limitada de
actividades digitales en relación con los hombres, particularmente en el caso
de las empresas de tecnologías como big data, blockchain, Internet de las cosas
y telecomunicaciones, afirma Elena Estavillo, directora de Centro-i y excomisionada del IFT de México.
“Si se quiere
lograr mejores tecnologías y mejores resultados financieros, se necesita la participación
de las mujeres en su construcción, como creadoras y tomadoras de decisiones en el campo de las
tecnologías digitales”.
Solucionar
la brecha digital de género requiere una transformación en la cultura, lo que
exige un enfoque sistémico: “Las perspectivas de género deben aplicarse al diseño
de tecnología, incluida la gobernanza de Internet, la moderación de contenido,
la programación algorítmica, la investigación e innovación, formulación y
evaluación de políticas y procesos de datos”.
La
especialista aseguró que se deben fomentar los cambios disruptivos dentro de
las empresas tecnológicas, incluida la eliminación de discriminación y brechas
salariales de género, y la promoción de la diversidad y la inclusión para crear
lugares de trabajo que sean seguros para las mujeres.
“Existen
obstáculos estructurales para la inclusión de las mujeres en el sector de las
TIC y cuando por fin logran entrar, existe una brecha salarial del 21% que es
altísima y es superior que la brecha en la economía en general”.