Juliana Maité, directora de cine Mayagüezana, nace en Puerto Rico en 1985. Logra su Bachillerato en Drama y Cine en la Universidad de Puerto Rico, luego de hacer intercambios estudiantiles en Hunter College (NYC), y la Universitá del Sacro Cuore (Milán).
En el 2012 se gradúa de la generación XXI de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, Cuba, de la cátedra de Dirección de Ficción. “Agón”, su cortometraje de tesis, es ganador del XXIV Semana de Cine de Horror y Fantasía de San Sebastián, España y Mejor Cortometraje en Cinefiesta Puerto Rico 2013.
En el 2016 dirige y produce el cortometraje “Preach” nominado en Best of New Filmmakers Los Ángeles como mejor comedia extranjera en 2017 y adquirido por HBO MAX. Su próximo cortometraje, “El Paso”, es parte de la selección oficial del Festival de Cine Europeo organizado por la Alianza Francesa de Puerto Rico y obtiene el premio de Mejor Película y Mejor Guión. También gana el Premio del Público, Mejor Directora y Mejor Edición en el Festival de Cine FilmGate Miami 2021.
Juliana estrena como directora de largometrajes en el 2019 con su película “A punto de llegar”, una comedia sobre una chica que regresa a Jayuya, en el corazón de Puerto Rico, y las situaciones surreales que enfrenta mientras encuentra su lugar en el mundo. Luego de su estreno en el Festival de Cine de Fine Arts en Puerto Rico, es adquirida por Somos TV y continúa disponible en Amazon Prime Video.
Su segundo largometraje,”Receta no Incluida”, hace historia al ser el primer largometraje de ficción puertorriqueño en ser Selección Oficial del festival South By Southwest 2022, donde también obtiene el premio del público en la categoría Global. Este drama íntimo filmado en Barranquitas, Puerto Rico, explora la relación forzada entre dos extraños que sufren de condiciones mentales durante una tarde navideña boricua.
Juliana se encuentra trabajando en su próximo largometraje, un drama autobiográfico donde debuta como guionista.
1. Como directora y productora has pasado por distintos géneros. Sin embargo, ¿hay algún elemento que consideras tengas en común al momento de narrar una historia?
He tenido la oportunidad de dirigir horror, comedia ligera, comedia negra, ciencia ficción, y drama. Con cada proyecto siento que encuentro más y más mi voz como directora. Desde mis primeros cortometrajes, naturalmente siempre incorporaba un plano secuencia en mis piezas, y es algo que he mantenido haciendo. Siempre identifico una escena que puedo contar sin cortes de edición, en un solo plano. Siento que no es solamente el reto de coreografiar el plano, que es siempre divertido, sino también esa sensación de tiempo real que le da algo muy orgánico y vulnerable a ese momento. Es una sincronía única entre todos los elementos del set, los actores, sonido y cámara, que cuando se logra bien, es un momento sublime, en el set y en la pantalla grande. Algo que también naturalmente incorporo en mis películas es un toque de comedia, momentos de ligereza que no importa lo pesado del género siempre consigo con los actores.
2. Como mujer y puertorriqueña has hecho historia en la industria. ¿Cómo describirías tu evolución en estos años y cuáles serían los principales aprendizajes que destacarías?
Aunque he tenido muchos logros como mujer cineasta puertorriqueña, siento que esto es solo el comienzo de mi carrera. En cuanto a mi evolución como cineasta, cada proyecto en el cual colaboro, ya sea como directora o no, me brinda un aprendizaje inmenso, una malicia que se logra haciendo cine todo el tiempo. Un gran aprendizaje ha sido estar abierta a posibilidades y a proyectos que nunca imaginé, o sea, no cerrarme a nada. Es un arte que gracias a la tecnología está cambiando constantemente y siempre hay nuevas maneras de contar historias. Hay historias que quieres contar ahora, pero necesitan madurar y no es su momento. Hay que tener mucha paciencia y continuar creando confiando que cada proyecto llega a su tiempo. Otro gran aprendizaje ha sido no compararme con los demás. Cada creador tiene su camino, su estilo, y algo que ofrecer muy único a la industria. Más que compararnos, lo más hermoso es ser un aliado y celebrar los logros de los demás, porque cuando una puerta se abre para uno, se abre para todos.
3. Tras tu experiencia, ¿Qué cambios observas en la industria, especialmete para la comunidad latina y mujeres y cuáles crees faltan por hacer?
Creo que hay muchos cambios pero todavía faltan muchos más. Hay oportunidades de fondos, becas, residencias, y eventos de industria exclusivamente para latinos, bipoc y mujeres. Eso está muy bien. También los sets están mucho más equilibrados con técnicos de todos los géneros y elencos con personajes femeninos muy bien contundentes. Pero hay un cambio más profundo que me gustaría ver: que me den el trabajo no por ser mujer, porque necesitan llenar una cajita de diversidad de mujer latina, sino que me escojan para el trabajo porque soy la mejor persona para hacer ese trabajo, porque me lo merezco como creadora.
4. Puerto Rico está presente en la mayoría de tus historias. ¿Cómo tu crianza y gentilicio ha influenciado tu carrera profesional?
Es inevitable plasmar en la pantalla aquello que más conozco. Soy de Mayaguez, Puerto Rico. Me crié en el oeste de la isla entre las olas de Cabo Rojo y Rincón, la cultura universitaria de ¨El Colegio¨, haciendo “birdwatching” en el Monte del Estado y aunque luego salí del archipiélago y he vivido en varias partes del mundo y conocido muchas culturas, esa mancha de plátano que llevo tatuada en mi piel es un sello de mucho orgullo que reflejo en mis películas. Mis dos largometrajes hasta el momento han estado basados en pueblos de la montaña en Puerto Rico: ¨A punto de llegar¨ en Jayuya y ¨Receta no incluida¨ en Barranquitas. En ambos filmes el ¨campo¨ es un personaje más. Los personajes, muchos incluso interpretados por personas locales que conservan su acento autóctono, transitan estos espacios con conflictos pertinentes a nuestra generación, sin llevarlo a lo folklórico. En este momento de mi carrera me gustaría empezar a dirigir películas en otras partes del mundo. Aunque Puerto Rico no sea el centro de esas historias, siento que hay una sensibilidad caribeña que siempre va a ser parte de mi manera de dirigir. Todo mi bagaje de vida está presente siempre al momento de poner la cámara, de bloquear a los actores, escoger locaciones, proponer un look para el universo que estoy creando… Desde la idea hasta la post-producción, cada decisión viene desde una mirada de mujer puertorriqueña.
