Camila Vidal busca proyectar hacia afuera, lo que sus palabras no logran descifrar en su interior. Así describe su trabajo, el cual ha tenido lugar en Lima, Buenos Aires, Los Ángeles, Quito, Panama y Ciudad de México. “Es esa mirada quizás más fantástica y estética, más impactante, la que cautiva y atrae la atención de quienes tienen el privilegio de mirar”. Ha trabajado para marcas como Falabella, Tigo, Puma, Banana Republic, H&M, American Eagle, AmBev, Dove (Unilever), Huawei, Nestlé, Hyundai, Cencosud, de la mano de agencias como McCann, Circus Grey, DDB, Publicis, Trybeca, TBWA, Wunderman, Recreo.
1. ¿Cómo fue la llegada a tu puesto actual? ¿Qué dificultades tuviste que sopesar?
Creo que el mantenerme firme en las decisiones que tomo respecto a mi trabajo y el encarar proyectos que sean consecuentes con mi manera de pensar me ha ayudado a construir y fortalecer mi mirada como directora. Por eso me gusta pensar más acerca de cómo las dificultades me han enseñado a valorar mi puesto actual y a entender que he tenido aciertos, pero más errores y que en esos errores he encontrado la forma de seguir avanzando, de seguir creciendo. Desde el primer día que me paré en un set, supe que nadie me podría sacar de ahí. Algo mágico sucede producto de la adrenalina, el trabajo en equipo, las atmósferas de ficción que solo la cámara puede traducirnos, el sueño de querer hacer películas, el ver que el papel cobra vida en los personajes. Nunca terminaría de enumerar la lista interminable de situaciones y anécdotas en donde he confirmado que mi carrera me ha hecho valorar cada segundo de mi vida, mi familia, amigos, incluso mi infancia, pues gracias a querer reconstruir mis recuerdos y memorias de mi pasado en Perú, es que empecé a enamorarme de la escritura y de cómo la página en blanco es también una cámara fotográfica que expone sin necesidad de luz esas emociones, intuiciones y hasta nostalgia.
2. ¿Cómo ves a la industria en términos de liderazgo femenino?
Cuando estudié cine en Buenos Aires en el 2011, éramos muy pocas mujeres en el grupo. Luego cuando me mudé de vuelta a Lima, la mayor parte de mi crew eran hombres. La verdad es que en los primeros años de mi carrera estuve rodeada de mucha energía masculina y aprendí mucho de esa etapa. Pero bastó un proyecto en donde sentí la presencia de esa sensibilidad femenina en el equipo para sentir que no estaba sola y empezar a tener más confianza en lo que hacía.
No sé si saben pero me encuentro haciendo un MFA en dirección en CALARTS (California Institute of the Arts) en donde somos 13 mujeres y 2 hombres. Una experiencia muy transformadora pues por primera vez he sentido que no existe una jerarquía de poderes ni ego, sino una atmósfera de trabajo entre nosotros que veo como un círculo de artistas más auténtico y honesto, en donde sin importar nuestras diferencias culturales, de idioma, de género, identidad, todos aportamos desde nuestra sensibilidad.
Si bien todavía el tema del género es un asunto importante en la agenda de la industria, la siento un poco más transparente e interesado en querer seguir mejorando. Lo que si me ha impresionado mucho es como la audiencia apoya este movimiento y tiene muchas ganas de seguir consumiendo contenido hecho por mujeres. Por ejemplo, justo esta semana me invitaron a ser parte de un ciclo de cine hecho por mujeres como marco del mes de la mujer organizado por el Centro Cultural PUCP (organizadores del Festival de Cine de Lima).
3. ¿Cómo ser más inclusivo en la industria?
El año pasado leí un libro que se llamaba “Letters to a Young Artist: Straight-up Advice on Making a Life in the Arts” en donde hay un capítulo que habla sobre la diferencia entre “estar presente” y “querer llamar la atención o admiración”. La idea que se quedó conmigo para siempre y creo que responde a esta pregunta es que la segunda es una actitud individual producto de la inseguridad, mientras que la primera es la invitación al otro, a la audiencia, a ser parte de tu mundo, a compartir el espacio en vez de simplemente proyectarlo. Es una actitud de empatía que se corresponde con la idea de una participación en la industria donde exista asiento para todxs.
4. ¿Cuál es la palabra clave para ti en este 2023?
Las palabras que elijo son espacio y tiempo, pues son palabras que me hacen sentido en la ficción, cuando hablamos que una escena se compone de la elección de un lugar en específico y una hora del día, y me hacen sentido en pensar que las cosas suceden porque estamos en el espacio y tiempo correcto para que sucedan, solo hay que ir sin miedo y ligeros. Creo mucho en la energía y en la actitud con la que afrontamos nuestros días.
5. ¿Qué consejos das para aquellas que deseen alcanzar puestos de liderazgo en la industria?
Creo que mi consejo sería atreverse a explorar eso que les late, enamorarse del proceso, aprender del trabajo en equipo, encontrar un ambiente seguro para trabajar, y esto de la magia del diálogo interseccional a la hora de alimentar una idea. Y lo último que puedo recomendar es, HAGAN, ESCRIBAN, MUESTREN, LEAN, OBSERVEN no hay maestro más grande que las horas de vuelo, aprender del error y nutrir nuestra mirada. Soy una eterna estudiante y estoy agradecida de haber internalizado este hábito en mi vida, aprendo tanto de otros artistas y del poder transformador de un libro, una película, una pintura. Entregué mi vida entera a esta pasión por contar historias que ahora estoy en un matrimonio complicado pero hermoso.
Casa productora: Whisky
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