Alberto Grabudela Director
Nacido en Barcelona, España, Albert Grabuleda inició en la industria como actor en cine, series de televisión y publicidad.
Después de un breve paso por la dirección de cortometrajes indies, le atrajo la dirección publicitaria, ya que lo considera una oportunidad para concentrar en poco tiempo la esencia completa de toda una narrativa.
Le apasionan las historias estéticas e inusuales y profundizar en la idiosincrasia humana para exponerla de manera simple, pero a la vez cruda. Grabuleda describe que su trabajo está lleno de detalles y de momentos mágicos.
1. ¿Cómo tu experiencia como actor, tanto en cine y en televisión, te ha complementado en este nuevo rumbo de la dirección?
Haber trabajado como actor tantos años me ha servido como director desde dos aspectos. Por un lado, el más formal. A la hora de dirigir sé muy bien qué direcciones espera un actor, cómo moldearlo, cómo sacar lo mejor de él, cómo conocer sus puntos fuertes, pero más importante, sus puntos débiles y sobretodo, como trabajar con éstos últimos para llevarlos hacia el lado positivo.
Los actores son personas, con sus fortalezas y sus inseguridades, y una jornada de diez horas interpretando puede ser muy agotadora. Saber cómo se siente un actor, ponerse en su piel, también forma parte del trabajo de dirección.
Como segundo aspecto me ha enseñado a ser empático en un rodaje. Empecé en papeles muy pequeñitos, y desafortunadamente un actor en esa posición pasa por muchas penurias antes de poder consolidarse. Ese bagaje ayuda a la hora de convivir con el resto del equipo, porque sabes muy bien cómo se siente desde un figurante hasta el equipo de vestuario que debe vestir a 100 personas en un día. Ayuda mucho saber crear un ambiente de rodaje empático para todos.
2. ¿Qué te cautivó de la dirección publicitaria y qué historias buscas narrar?
La gran virtud de la dirección publicitaria es la capacidad de poder contar una historia en muy poco tiempo. Me encanta contar historias, ya sea en largo, corto o publicidad, y poder afrontar distintos retos, narrativas y estilos visuales cada pocos meses o semanas. Me parece motivador.
Además, te obliga a estar reinventándote todo el tiempo, a estar pendiente de las tendencias y exprimirte la cabeza para hacer la mejor propuesta en el tratamiento. Te hace estar a la última todo el tiempo.
Por otro lado, el hecho de poder disponer de muchos recursos para escenas tan cortas, hace que uno pueda ser muy perfeccionista, porque el medio lo requiere. Una película jamás puede exigir ese nivel de perfeccionismo en cada plano, porque un rodaje duraría años, pero sí podemos exigirle eso al medio publicitario, lo cual deriva en un rodaje técnicamente impecable.
3. ¿Cómo ha sido trabajar con el equipo de In & Out ?
In & Out es una productora con mucha experiencia rodando por todo el mundo. Como director, siempre quieres estar representado por una productora que te haga sentir seguro, que sepas que tienen las herramientas y la capacidad de adaptarse a cualquier medio y a cualquier contratiempo. Con ellos me he sentido arropado, he tenido todas las respuestas que he querido al instante y han creado una dinámica muy favorecedora para seguir creciendo como director y estar seguro a la hora de afrontar cualquier reto.
4. ¿Qué elementos consideras hacen que una campaña sea efectiva?
Antiguamente la publicidad era muy directa, se presentaba un producto y se explicaban sus bondades. Hoy en día todos sabemos que esa publicidad no funciona. Los espectadores son expertos del medio audiovisual y esperan que los sorprendan a cada momento.
Creo que lo que hace que una campaña sea efectiva es la aspiracionalidad y la emoción.
Vivimos en un mundo muy competitivo, somos millones de personas que nos queremos diferenciar los unos a otros. Hay mostrar al espectador mundos mágicos, felices, bucólicos pero que sí son posibles, eso es lo que que hace que uno quiera comprar ese producto para formar parte de ese selecto club que vive una vida más mágica que los demás. Puedo sonar frívolo, pero al final todos queremos nutrirnos de experiencias, y la publicidad aspiracional les acerca a ese realidad.
Y por otro lado la emoción. En un mundo saturado de imágenes en movimiento, si no sabes transmitir emoción en tus campañas, estás perdido. La emoción, por encima de todos los sentimientos es aquella que hace que alguien conecte con su producto. Tienes que saber cómo te vas a sentir cuando compras esa marca, y una publicidad que sepa transmitir la emoción de su producto será sin duda más eficaz que aquellas que no lo sepan hacer.
5. ¿Cuáles son tus próximas aspiraciones y metas como director?
Después de estar cuatro años dirigiendo en España, que tiene un mercado muy local, espero el Atlántico, ya que abre un abanico enorme de posibilidades para un director. Tengo muchas ganas de trabajar con el lenguaje distinto con el que se trabaja aquí y de poder tener al alcance campañas de un tamaño que en España se antojan casi imposibles. Siempre hay que aspirar a retos mayores.
Hace poco estrené mi primer proyecto de ficción, Mantis, que está funcionando muy bien en festivales y ganando algunos premios importantes, cosa que jamás hubiésemos creído cuando lo estábamos rodando. Después de este proyecto, quiero seguir compaginando la publicidad con pequeñas piezas de ficción, donde me he dado cuenta que me siento muy cómodo, para poder optar a largometrajes en un futuro próximo.
Ver video