Un amenazante dinosaurio irrumpe en los sagrados salones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, pero no está allí para devorar a los líderes mundiales. Más bien les informa que los propios seres humanos ya están haciendo un gran trabajo para asegurar su propia desaparición.
Esta es la premisa de un nuevo anuncio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, que forma parte de la mayor campaña de la organización que se lanzó el miércoles 27.
En la película principal, el dinosaurio, un Utahraptor para ser exactos, sube al podio para hacer una importante llamada de atención desde el más allá.
‟Extinguirse es algo malo”, dice el reptil con una voz grave, proporcionada por el actor Jack Black. ‟¿Extinguirse? En 70 millones de años, eso es lo más ridículo que he oído nunca. Al menos tuvimos un asteroide, ¿cuál es tu excusa?”.
La campaña, titulada No elijas la extinción, irrumpe antes de la conferencia sobre el cambio climático de las Naciones Unidas COP26 en Glasgow, que comenzó este domingo. Su objetivo final es concienciar sobre las subvenciones a los combustibles fósiles y sus repercusiones en la humanidad y, a su vez, provocar un cambio de comportamiento y de política. Estas subvenciones son cualquier acción gubernamental que incentiva a las empresas o a las personas a utilizar más combustibles fósiles, empujando a las economías hacia esos combustibles y alejándolas de las energías renovables.
La campaña coincide con una investigación publicada por la ONU que muestra cómo los gobiernos del mundo desembolsan US$423.000 millones anuales para subvencionar los combustibles fósiles para los consumidores.
La campaña en sí ha tardado un año en gestarse. Para crearla, el PNUD recurrió a Activista, la agencia centrada en la causa con sede en Los Ángeles y fundada por Paco Conde y Beto Fernández.