Una solución de diseño, en un entorno caótico, transformó el ecommerce de Metro en una plataforma de entrega de soluciones de reciclaje para todos los colombianos.
El reciclaje en Colombia es un problema cada vez mayor. Hasta 2021, el 78% de los hogares no sabía cómo reciclar correctamente, y Bogotá, la capital de Colombia, no tenía un sistema de eliminación organizado para sus 8 millones de habitantes. Para empeorar las cosas, el gobierno estableció una ley para que los retails entregaran los pedidos hechos en sus plataformas online en bolsas de plástico. En medio de este revuelo, se introdujo una ley nacional de reciclaje que hacía obligatorio el uso del sistema de bolsas de plástico de tres colores, lo que provocó más residuos de plástico en una sociedad poco educada en el proceso de reciclaje.
Como uno de los mayores retails de Colombia, Metro también tomó parte como uno de los mayores productores de bolsas de plástico, por su uso obligatorio debido a las leyes nacionales. Así que, para afrontar uno de sus mayores retos, ayudar al medio ambiente sin dejar de utilizar bolsas de plástico para las entregas del comercio electrónico, se introdujo una solución de diseño: al cambiar los colores de sus bolsas de plástico habituales por los establecidos por la ley de reciclaje (verde para los productos orgánicos, negro para los desechables y blanco para los reutilizables y el reciclaje), el uso diario de la bolsa de plástico cambió de forma que dejó de ser un desecho más, y pasó a ser útil para los hogares colombianos.
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Además, cada bolsa se imprimió con una infografía que convertía cada bolsa en una lección de reciclaje de una página, mostrando el proceso de reciclaje adecuado para cada una de las categorías de desecho. Y como la mejor manera de aprender algo nuevo es con el ejemplo, cada uno de los pedidos realizados en la plataforma de comercio electrónico de Metro se empaquetó y entregó de manera que todos los productos que se encontraban en una bolsa, debían desecharse en esa misma bolsa.
Durante 60 días, miles de pedidos fueron preempacados y entregados en Bolsas Didácticas, dando así a la gente lecciones de reciclaje en la puerta de su casa. Como resultado, el compromiso en las redes sociales aumentó un 14%, y el sentimiento positivo de la marca hacia Metro creció más del 60%.
Pero lo más importante es que, debido a la reacción de la gente a la idea, Teaching Bags se convirtió en un programa de responsabilidad social listo para ser aplicado en todas las tiendas del país.