Robert Llauró ha dirigido comerciales en los mercados más variados a nivel internacional. Actualmente vive en Nueva York, una ciudad súper cinematográfica, que le ha dado otra forma de enfrentarse a las cosas y de ver el mundo. Es representado por Landia en EE UU y considera que el buen trabajo es buen trabajo siempre, más allá del lugar o el idioma.
“Es un privilegio poder trabajar saltando entre distintos continentes, para diferentes mercados. Y eso te hace darte cuenta de que en cierto punto todo confluye. La búsqueda de sorprender, de emocionar, no tiene que ver con la localización. En un mundo tan globalizado y con tanto pasando por lo digital es raro segmentar. Lo que más me gusta hacer es transmitir sensaciones no solo con cada imagen sino con la yuxtaposición de ellas. Y sentir sentimos todos, de forma muy parecida” señaló. “El lugar hoy no hace al producto, sino el mindset emocional que le pones a las historias”.
Destacó que a varios mercados, incluyendo el hispano, les hace falta soltarse un poco más. “Ser menos concretos con las ideas y más sensoriales” añadió.
Las historias que Llauró más disfruta son las humanas, pero cuando no están contadas con hechos sino más con sensaciones. “Creo que la publicidad y el cine más lindo es el que no dice ni muestra, sino que hace intuir” dijo. “Creo que lo más lindo pasa casi por error en la vida real, y eso trato de que sea el clima en mi trabajo. Buscar lo perfecto dentro de lo imperfecto. O el error del momento”.