Reporte Deloitte
Un estudio reciente basado en datos del Índice de Acción Sostenible de Deloitte, muestra que a las personas de todo el espectro socioeconómico les importa la acción climática, pero tomar esa medida sigue teniendo un costo prohibitivo para los grupos de bajos ingresos.
El último estudio de la red internacional de servicios profesionales investigó si el comportamiento sostenible es un lujo; y, de ser así, cómo cerrar la brecha entre la intención y la acción. El informe, que rastrea las actitudes sobre la sostenibilidad en 24 países, indica un menor apoyo a la acción climática y un menor número de consumidores que toman decisiones sostenibles.
El porcentaje de encuestados que dijeron que adoptaron actividades más respetuosas con el clima cayó del 65% al 53% entre septiembre de 2021 y marzo de 2023. Los encuestados que dijeron que se sentían ansiosos o preocupados por el cambio climático cayeron del 57% al 43% durante ese mismo período.
El estudio incluye a 24.000 encuestados en 24 países en marzo de 2023. Las encuestas anteriores se realizaron en septiembre de 2021 y marzo y septiembre de 2022. Las respuestas se concentraron en América del Norte, Europa y Asia oriental y meridional.
Los ingresos son el principal indicador de actitudes y comportamientos sostenibles, lo que sugiere barreras socioeconómicas sistémicas a la sostenibilidad. “Los datos de Deloitte sugieren que las condiciones económicas personales moldean profundamente la amplitud y profundidad de los comportamientos sostenibles” indica el informe.
“La disminución del sentimiento coincidió con un evento inflacionario que muchos consumidores nunca habían experimentado antes” explicó Leon Pieters, líder de la industria de consumo global de Deloitte. “Muchos consumidores eligieron racionalmente lo que era sostenible para sus bolsillos a corto plazo en lugar de lo que era a largo plazo para el planeta, lo cual es emblemático de nuestro desafío colectivo más importante de mentalidad a corto plazo”.
Pero aun así, la mayoría de los encuestados cree que el cambio climático es una emergencia, una tendencia que prácticamente no ha cambiado durante el último año y medio.
“Se debe esperar que la conciencia climática aumente y disminuya a medida que los hogares enfrentan desafíos y compensaciones emergentes” señala el informe. “Pero no nos equivoquemos: no es una moda pasajera y no vemos un colapso en el apoyo a la acción climática. Ya sea un líder empresarial o gubernamental, un gran número de sus clientes, trabajadores y electores están dando prioridad a las consideraciones ambientales, incluso frente a numerosas incertidumbres”.
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