Recientemente Rappi, startup cuya plataforma de delivery online funciona en Colombia, México, Brasil, Chile Argentina, Uruguay y Perú, fue el centro de atracción al lanzar una convocatoria dirigida a diseñadores y publicistas de toda la región.
El objetivo es crear una pieza gráfica o video sobre la marca. Según las especificaciones de la iniciativa, todos los anuncios serán pautados y el que mayor conversaciones logre ganará un premio de US$15 mil. (http://bit.ly/CocursoRappi)
Dada la coyuntura por el valor del trabajo creativo, muchos publicitarios reaccionaron a favor y en contra de la propuesta. Para algunos, la libertad que tienen las marcas de ejecutar sus estrategias no puede perjudicar el desarrollo del ejercicio publicitario como industria; para otros, este tipo de estrategias abre las puertas para que nuevos creativos muestren su trabajo y compitan en igualdad de condiciones.
Por lo pronto, solo la Asociación Argentina de Publicidad dio a conocer su inconformidad a través de las redes sociales con un comunicado:
“La AAP ha tomado conocimiento de este supuesto ‘Concurso de Creatividad’ en el día de ayer y nos comunicamos directamente con los responsables de Rappi, a fin de informarles que estas prácticas son absolutamente contrarias a la ética y a la normativa vigente.
Es imprescindible que todos los anunciantes, independientemente de su tamaño y origen, entiendan que el trabajo de creativos, diseñadores, community managers y cualquier otro especialista tiene un valor y que todo profesional al que se le solicite trabajo debe ser remunerado por ello.
Disfrazar (por ignorancia o por astucia) de ‘concurso’ a una situación en la que profesionales trabajan gratis para una empresa que lucra con el fruto de ese trabajo es inadmisible desde el punto de vista ético y contrario a todas las buenas prácticas de nuestra industria”.