
La discusión no debería partir de “necesitamos un bot”
¡Hagamos una app!, ¿quién no ha  escuchado esto en medio de una reunión en los últimos años? Yo en muchas donde  parece que la solución a todos los problemas de marketing de una marca es la  creación de una aplicación.
     
    Y para empeorar la situación, cuando por  fin parece que empieza a bajar la fiebre de las aplicaciones, ha empezado otra  mejorada y avanzada: bots, IoT, AR, VR, AI… o es que no les han dicho ya ¿cuál será  nuestro Pokémon Go?
     
    La verdad es que nos hemos dejado  arrastrar por la tendencia tecnológica del momento, sin plantearnos, en muchos  casos, si realmente generaba un impacto en las criaturas que finalmente deben  adoptarla: las personas.
     
    La discusión no debería partir de “necesitamos  un bot” sino de “cómo podemos jugar un rol más significativo en la vida de las  personas —ayudándolas, inspirándolas, cautivándolas—  haciéndoles en definitiva la vida más fácil”.
     
La tecnología no debería ser tratada como una tendencia, ajena a la marca y sus consumidores, sino como un elemento intrínseco de nuestra labor de marketing, pasando de una relación centrada en la interacción entre marcas y personas, a un ecosistema que considere la simbiosis entre marcas, personas y tecnología.
Debemos entender que el marketing al igual que las especies evoluciona desarrollando cambios en nuestro comportamiento y en este momento la tecnología es uno de los aspectos que más afecta a cómo cambiamos nuestro comportamiento.
     
    Es por ello que debemos ocupar más tiempo  en determinar cuál es el problema o la necesidad a solucionar, para  posteriormente aplicar la tecnología que nos ayude a generar la solución  adecuada y no al revés.
* Por: Josué González, Chief Digital Officer de McCann Worldgroup Latinoamérica y Caribe.