Hace pocas
semanas nuestra historia tuvo un punto de inflexión crucial, tanto para la
vida diaria de millones de consumidores, como para las empresas y marcas que
los atienden. Esta pandemia provocará dos grandes momentos: primero, el de
quedarnos todos en casa y, subsecuente, el de salir nuevamente a las calles.
Ambos representan
retos enormes para cualquier marca. No obstante, representan también oportunidades
únicas, que reflejarán la capacidad de analizar escenarios, potenciar infraestructura
existente y apalancar herramientas que nos permitan reformularnos dentro de
este nuevo mundo, que ya empezó.
Pensemos en el
segundo momento, que comienza apenas en algunos países, pero que se encuentra a
semanas para la mayor parte del mundo: el de salir nuevamente.
Después de
semanas de aislamiento, muchas de nuestras experiencias actuales saldrán con
nosotros en forma de hábitos. En las semanas que tuvimos que mantenernos en
casa, nuestras formas cambiaron.
Basta con hacer
una reflexión para identificar que hoy consumimos información de forma
distinta, nuestras conversaciones pasaron de ser presenciales a multicanal, las
compras en línea son una opción bienvenida y empezamos a apreciar experiencias
digitales nuevas (ej. recetas, juegos, videollamadas, educación, etc).
En resumen, millones
de personas fueron empujadas hacia una adopción tecnológica sin precedentes.
Para poder
responder a estos cambios, las marcas deberán acelerar sus estrategias de
cambio y reconocer que esos millones de consumidores han cambiado y hoy están ávidos
de “superexperiencias”.
Superexperiencias
en nuestra nueva realidad
Existen muchas
tecnologías que pueden ayudarnos a crear superexperiencias en diferentes
industrias. Desde aquellas enfocadas en minimizar el contacto físico y así
promover la higiene, hasta las que nos permiten masificar interacciones
innovadoras a distancia.
Estas plataformas,
de contenido innovador, son una oportunidad clara para las marcas.
¿Qué herramientas
podemos apalancar hoy para crear “superexperiencias”? ¿Qué experiencias
podemos crear sin la necesidad de la presencia física?
Realidad virtual
(VR) y realidad aumentada (AR) son dos opciones clave para las marcas en este
momento.
¿Por qué la
relevancia de VR y AR?
Estas tecnologías
no son nuevas, pero han mejorado enormemente en los últimos años. Hoy tenemos diferentes
contenidos en ambas y un potencial de masificación que no existía hace un año. Se
espera una base global de al menos 2,4 billones de usuarios para el 2023 y una
apuesta fuerte por parte de Google, Sony, Apple, Facebook y Microsoft para
masificar járdwer vinculado con estas tecnologías.
A esto se le
añade la posibilidad de tener experiencias completamente customizadas e
inmersivas, desde la comodidad y seguridad del hogar.
¿Dónde vemos
la oportunidad?
Realidad aumentada: La creación de
filtros digitales que nos permiten interactuar con el mundo real, tendrá un
crecimiento acelerado. Los consumidores usarán cada vez más “filtros simples” y
buscarán marcas que les permitan tener una experiencia sofisticada, creativa y
con sentido. Una de las grandes ventajas de esta tecnología es poder utilizar
el empaque del producto (sin ningún cambio) como punto de inicio de cualquier
experiencia. ¿Qué marca no anhelaría tener un canal de contenido iterante a
partir de su empaque hoy en día?
Realidad virtual: Diseñar y
compartir mundos nuevos es la premisa de esta tecnología. El poder explorar
(desde la comodidad del hogar) cualquier producto será la norma de forma muy
rápida. Las marcas que logren posicionar la primera experiencia virtual
impactante para sus consumidores, tendrán una ventaja competitiva.
El mundo precovid-19 no será el mismo cuando salgamos de nuestras casas. Nuestros consumidores
estarán esperando experiencias con las cuales puedan explorar nuevas opciones
que antes parecían lejanas o complicadas.
Las marcas que
reconfiguren experiencias y aseguren estas estrategias previo al segundo
momento, de salir nuevamente a las calles, tendrán una ventaja competitiva en
el corto plazo y un pilar de crecimiento para un mundo que ya cambió.
Por
José Molina
Managing Director
Publicis Next México