Para Natalia Fernández Cánepa, Chief People Officer de Wunderman Thompson Argentina, las emociones son fundamentales en el entorno laboral. Según un análisis que compartió con PRODU, en tiempos de priorización de la racionalización, destaca la importancia de conectar con nuestras emociones y libertad creativa. La gestión emocional y la confianza son esenciales para crear un ambiente positivo y productivo en las organizaciones, fomentando la reflexión, el autoconocimiento y la valoración de cada individuo.
El rol de la gestión de las emociones en el ámbito laboral
Por: Natalia Fernández Cánepa, Chief People Officer de Wunderman Thompson Argentina
Durante los últimos tiempos el mundo laboral ha priorizado la racionalización y la excelencia, dejando en un segundo lugar la gestión de las emociones. Sin embargo, llegó el momento de darle relevancia a aquello que nos humaniza y hace diferentes.
Las emociones son nuestra musa inspiradora, conectar con ellas es importante. Sentir la libertad de crear se vuelve fundamental en este momento donde la nueva revolución de la inteligencia artificial nos pone de manifiesto la pregunta: ¿Qué es lo propiamente humano? Y la respuesta suele ser la capacidad de sentir y crear, el arte apareciendo como respuesta.
Es por esto que resulta importante desarrollar organizaciones que puedan gestionar las emociones, y esto implica construir vínculos de confianza entre las personas en el ámbito laboral, logrando desarrollar un ambiente positivo y seguro para explorar, exponerse y crear en libertad.
¿Qué principios organizacionales debemos perseguir para lograr mayor creatividad?
En primer lugar, considerar a la idea como motor, sabiendo que esta puede venir de cualquier persona. Tener vínculos honestos atendiendo a la gestión emocional y, por último, desarrollar el sentimiento de pertenecer a un gran equipo.
Una de las claves para poder gestionar las emociones son los programas de autoconocimiento, ya que cuando las personas se conocen más a sí mismas, y están integradas con sus emociones logran definir sus prioridades y vincularse mejor. Al volvernos personas más reflexivas, solemos tener más madurez de nuestras emociones y rasgos de carácter, pudiendo observarnos para mejorarnos y atender el impacto que tiene el accionar de cada uno.
Durante la certificación de Great Place To Work en la oficina de Wunderman Thompson en Argentina pudimos ver el impacto de los programas que estamos llevando a cabo dentro de la agencia, encontrando que el 84% de las personas indicó que se las anima para que equilibren su vida personal y laboral, al mismo tiempo que el 83% afirmó que es un lugar psicológica y emocionalmente saludable para trabajar.
También, es esencial desarrollar líderes que tengan empatía y reflexión consigo y sus equipos. Cuando esto sucede, se logra construir relaciones de largo plazo. El autoconocimiento y una escucha empática hace que la persona en su estilo individual sea valorada, pudiendo libremente exponer sus emociones e ideas.
Lograr vincularnos en libertad y poder conversar sobre lo que pensamos, facilita que la idea creadora aparezca. Saber escuchar abiertamente hace que la idea surja de cualquier persona. Como resultado de promover este tipo de liderazgo, identificamos que el 82% declaró que el equipo de liderazgo demuestra real interés en las personas de su equipo.
Cuando se crea un vínculo de respeto, honestidad y madurez emocional se genera un flujo de trabajo más simple, menos politizado y con más ideas ganadoras. Conseguir redes de trabajo saludables es una acción social y de impacto a personas y negocio, que todas las personas en posiciones ejecutivas deberíamos perseguir a diario.