Mientras los videojuegos siguen atrayendo cada vez a más personas y, por ende, dominando la cultura y la publicidad, las marcas que desean incursionar en este mundo deben comprender que sus matices importan, destaca el informe WARC Exclusive, Gen Z on Gaming.
“El juego es un hueso duro de roer: existe en múltiples mundos y va desde el jugador móvil recreativo hasta los campeones de élite de transmisión global que juegan frente a sus admiradores” señala una reseña de WARC sobre su estudio.
Según la investigación, la mitad de la generación Z que juega juegos no se identifica como jugadora, de hecho, 73% de los hombres encuestados se identificaron como tales, mientras que solo el 27% de las mujeres lo hicieron. Y aunque existe una correlación entre jugar más horas y autoidentificarse como jugadores core o hardcore, las categorías son fluidas. De hecho, hay muchos más de estos últimos entre los hombres Gen Z (66%) que entre las mujeres (30%).
“Los encuestados enfatizaron cómo la industria del videojuego coloca al jugador (cliente) en el centro de todo en un nivel que otras industrias aún no han alcanzado” afirma el informe. Y agrega que esta actividad es extremadamente valiosa como herramienta de aprendizaje, “pero uno de los primeros pasos es encontrar el idioma adecuado y saber de quién se está hablando”.