Marc Pritchard, CBO de Procter&Gamble, presentó en el evento Sustainable Brands 2018, realizado en Vancouver, Canadá, el plan Ambition 2030, cuyos objetivos “se centran en inspirar un impacto positivo en toda la cadena de valor y, en última instancia, a los consumidores que servimos en todo el mundo” dijo.
Iniciativas como hacer el primer envase biodegradable para su marca Head & Shoulders, coinciden con lo que un estudio que hizo P&G a sus consumidores respecto a sus expectativas en relación a sostenibilidad. Una de las consideraciones claves que mostró la encuesta fue que estarían a favor de comprar productos que los ayuden a limitar los daños al medio ambiente.
“La gente quiere saber cuáles son los valores y creencias de las marcas (las personas detrás de la marca) y qué pueden hacer para hacer lo correcto. El punto importante es que todavía quieren desempeño. Si solo dice que tiene algo que es verde pero no funciona, entonces eso no funciona” destacó Pritchard.
Otro ejemplo de enfocarse en el rendimiento de un producto y la sostenibilidad es Tide, que fue modificado para usarse con agua fría, ahorrando muchísimo en el uso de energía eléctrica al no tener que calentar el agua para lavar la ropa.
Para el ejecutivo, lo interesante es que la gente ha dicho que quiere estas cosas por bastante tiempo, pero lo que han hecho es una compensación. “En otras palabras, podrían encontrar un producto que reduzca la basura, el uso de agua y energía, o un producto de ingredientes naturales, pero tuvieron que hacer una compensación en términos de desempeño” dijo, como sucede en el ejemplo de energía con Tide, que es el desempeño del producto el que contribuye con el ambiente al ahorrar energía.