Un informe de National Pork Board muestra que la
preferencia de los latinos de EE UU por la carne de cerdo, así como su
creciente poder adquisitivo, los convierte en consumidores vitales para la
industria; pero a medida que los hispanos integran en sus vidas elementos de la
cultura y estilo de vida estadounidense, su consumo de carne de cerdo
disminuye. El nuevo informe, Time to Tango:
Latinos are Pork’s Future,
revela los pasos que los supermercados y empacadores de alimentos deben seguir
para conectarse con estos consumidores influyentes, quienes representan la
mayor oportunidad de crecimiento para las próximas décadas.
“La carne
de cerdo está arraigada en la herencia y la cultura latina y es extremadamente
relevante para el sector hispano, un sector de rápido crecimiento y gran poder
económico” observó José de Jesús, director de Mercadeo Multicultural de
National Pork Board. “La industria porcina debe involucrarlos de manera
proactiva y satisfacer mejor sus necesidades; de lo contrario, corremos el
riesgo de perder al consumidor latino”.
A menudo, no les resulta posible encontrar los
cortes de carne que desean para preparar sus platos tradicionales en los
supermercados, por lo que adquieren otras proteínas o compran en tiendas
especializadas que ofrecen el servicio de realizar los cortes que desean. Casi
la mitad (49%) de los latinos no elige a los supermercados convencionales como
su tienda favorita, y en su lugar, optan por tiendas especializadas, mercados
étnicos y bodegas. El departamento de carne en los supermercados es un factor
contribuyente: el 44% de los hispanos opta por comprar la carne fresca en
supermercados no convencionales.
Entre las principales acciones que deben tomar
los productores de carne de cerdo se encuentra mejorar la accesibilidad a los
productos, mantener la autenticidad para las recetas de los distintos países de
origen y comunicar constantemente las virtudes de este alimento para la salud.