Un reciente estudio de Gallup sobre la situación laboral en EE UU (State of the American Workplace) concluyó que la mayoría de los trabajadores de ese país están buscando un nuevo trabajo o nuevas opciones. Ante esta realidad, el creativo Gustavo Razzetti escribió un artículo en The Ascent titulado: 50% de los americanos no se presentarán a trabajar mañana, y no es renunciar, ¿o sí?
Razzetti refiere algunos de los resultados de la encuesta: solo 3 de 10 dicen que tienen a alguien en su trabajo que estimula su desarrollo; solo 21% dice tener un entrenamiento eficiente. Pero el estudio también señala que los trabajadores, más que incentivos laborales, necesitan controlar su tiempo y libertad. Aunque son causas obvias, para el ejecutivo, existe una razón mayor a esto: “El trabajo no es lo que solía ser en el pasado”.
Hay nuevos paradigmas que están redefiniendo cómo podría ser el futuro laboral, según Razzetti. Mencionó algunos: darse cuenta de que la esperanza de trabajo es otra y las empresas deben prepararse a que sus trabajadores se vayan; que la noción de cultura organizacional no es algo que pueda ser controlado, se debe permitir que los empleados influencien esa cultura; no poner tantas normas y reglas, darles confianza; que la vida importa y que la gente trabaja para vivir y no vive para trabajar, entre otros.
Razzetti aconseja tratar a los empleados como a los hijos, donde no se les puede decir todo el tiempo qué deben y no deben hacer, sino entrenarlos a pensar por sí mismos. “Cada persona está en su propio viaje. Respetar el individualismo es lo que hace que las culturas sean fuertes a pesar de sus familias, equipos u organizaciones más amplias” dijo.