Mike Del Pozzo
Ver el Super Bowl es inconcebible sin bocadillos salados y dips, según revela el estudio US Snack Index, comisionado por Frito-Lay. De hecho, entre los resultados se encontró que nueve de cada 10 (90%) de los asistentes consideran que este evento deportivo no estaría completo sin refrigerios y salsas, y 79% espera contar con papas fritas y pretzels, seguidos por tortillas (54% en 2019).
“El Super Bowl está arraigado en la cultura estadounidense y es una semana excelente para el negocio de los bocadillos” dijo Mike Del Pozzo, VPS de ventas y director de atención al cliente de Frito-Lay North America. De hecho, es el evento más importante del año para los bocadillos salados, generando unos US$520 millones en un día. Históricamente, Frito-Lay produce aproximadamente 272 millones de kilos en las seis semanas previas al juego, casi el 20% de su producción anual de estos productos, y más de 30 millones de kilos durante la semana del Gran Juego.
Otros insights claves del estudio de Frito-Lay es que por segundo año consecutivo, la salsa fue el dip favorito, con 16%, seguido por los de queso y para untar (13%), los de cebolla francesa (13%), guacamole (12%) y los de búfalo con pollo (12%). También mostró que 87% verá el Super Bowl LIV en sus hogares, donde podrían organizar o asistir a fiestas para ver el evento, mientras que 9% lo hará en bares.
Mientras que se estima que los más jóvenes se inclinarán por los sabores picantes y listos para usar. Si bien es más probable que todas las generaciones prefieran los sabores clásicos (53%), el estudio destaca que los Gen Z y millennials prefieren sabores picantes y con bastante aliño, o más fuertes y/o amplificados. Esta tendencia se repitió en 2019.
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