Rob Dreblow, jefe global de servicios de marketing de la WFA, escribió una columna sobre cómo el nivel inspirador de la humanidad, que muchos han presenciado en la vida cotidiana con la pandemia, también se ha evidenciado en gran cantidad de empresas multinacionales.
Se refirió a seis ejemplos —aliñados por su natural cinismo británico— que encontró a través de una serie de foros remotos, oleadas de investigación y el Compendio de Covid de la WFA, en el que se han centrado durante el confinamiento: reflexión genuina; agilidad (no, de verdad); reciprocidad; Global = insight local; valor reevaluado; y colaboración> nacionalismo.
En el primero, destaca que aunque “es raro que realmente desafiemos los fundamentos de cómo operamos”, el aumento en el aprendizaje remoto “ha sido muy efectivo y ha resultado en eficiencias de costos masivas y ahorro de tiempo”. En cuanto a agilidad, reconoció que la entrega de resultados durante el confinamiento “ha dejado a muchas empresas sorprendidas por su propia capacidad de adaptación”. Igualmente, 45% de los miembros de WFA han establecido con éxito nuevas alianzas durante la crisis.
Asimismo, dijo que la naturaleza de la pandemia ha significado que los insights globales han sido capaces de ofrecer un valor claro a los mercados locales, y “haber podido rastrear y aprender de los datos globales ha sido invaluable”. Además, que una gran cantidad de empresas han revaluado sus prioridades con una “nueva apreciación de los beneficios de trabajar con colegas”. Y, por último, aunque algunos políticos tratarán de separar el mundo, “me gusta pensar que ahora todos podemos presumir de haber experimentado algunos de los mejores ejemplos de lo que podemos lograr cuando el mundo se acerca”.