El consumidor de hoy es digital: interactúa, opina, investiga, comparte y se relaciona en un ambiente 100% digital. Si bien sigue respetando ciertos patrones de un comportamiento analógico, demanda necesidades que las marcas deben satisfacer en un nuevo ecosistema.
El consumidor digital tiene mayor acceso a la información, tiene el poder de articularse en comunidades para consultar y por ese motivo tiene más opciones. El consumidor digital no quiere esperar, quiere encontrar soluciones de una manera rápida que le permitan el ahorro de tiempo, esfuerzo y dinero.
En este contexto es importante considerar aquellos espacios donde mayormente se encuentran estos consumidores: las redes sociales.
Social Commerce o comercio social es otra de las tendencias que aparece de la mano de una nueva dinámica de consumo del 2020 y que llega para cambiar y poner a prueba los esfuerzos digitales de las marcas.
Cada vez son más las industrias que se suman a esta tendencia y tienen la necesidad de diseñar estrategias que combinen redes sociales y venta online de manera eficiente para lograr una experiencia de compra positiva.
La estrategia de Social Commerce se apalanca de este espacio tan cómodo y habitual como son las redes sociales, para generar dinámicas de compra de una forma nativa y poco intrusiva para los usuarios.
Los ejemplos más comunes que podemos encontrar de Social Commerce son la venta de productos en medios como las tiendas de Facebook e Instagram Shopping donde existe la posibilidad de integrar los catálogos a las diferentes páginas y donde los usuarios pueden acceder a información fundamental para la compra sin salir de la red en la que estaban navegando.
También aparecen nuevos canales de venta, como son los chats y la nueva tendencia de asesoramiento por aplicaciones como WhatsApp que muchas veces desencadenan en ventas, pero el ejemplo de Social Commerce por excelencia se lo lleva el fenómeno de los Influencers. Una estrategia que apela al truco más conocido de la psicología del marketing que tiene que ver con la prueba social y la influencia que tienen las opiniones de otras personas sobre nosotros.
Sea cual sea la táctica de Social Commerce que mejor se adecue a la cultura e identidad de tu marca, es importante destacar todos los beneficios y las ventajas que te puede ofrecer.
Ya sea en canales propios o medios sociales, las marcas tienen el desafío de transmitir un mensaje claro y unificado que conecte con sus consumidores y logre recrear aquella experiencia que anteriormente podía darse en un punto de venta físico.
El Social Commerce no llega como una alternativa, sino como una estrategia complementaria que debe trabajar en conjunto con las diferentes ramas del plan de comunicación. Y hoy, más que nunca, donde las marcas deben salir de sus espacios tradicionales y reinventarse en nuevos escenarios, es importante sumarse a este nuevo capítulo que nos trae la gran transformación digital.
Por
Camila Bellingeri
Head Of E-commerce
OMD